turismo

Domingo, 8 de mayo de 2005

BARILOCHE > EXCURSIONES EN KAYAC Y PRáCTICA DE CANOPY

Lagos y bosques para la aventura

Paseos en canoa por los lagos de Bariloche, navegando como los esquimales. Y en los bosques, excursiones de altura, saltando entre las copas de los árboles colgados de un arnés. Kayac y canopy en cualquier época del año, para recorrer la inagotable belleza del Parque Nacional Nahuel Huapi.

 Por Julián Varsavsky

Además de sus excepcionales paisajes, Bariloche es quizá el destino turístico de los Andes patagónicos donde siempre existen propuestas para cualquier tipo de viajero, más allá del tiempo y las temperaturas. Con frío o calor, o en pleno invierno, es posible realizar paseos y actividades deportivas por lagos, bosques y montañas. En el otoño, cuando se enrojece la vegetación autóctona, algunos recorridos invitan a conocer los cambiantes colores patagónicos navegando suavemente en kayac por los lagos. Y si los turistas prefieren un poco más de vértigo, también hay excursiones para descubrir el estrato superior de los bosques con la práctica del canopy.

En kayac por el Lago Gutiérrez A partir de una necesidad condicionada por la geografía, los esquimales idearon los kayacs. En el Polo Norte las temperaturas son extremadamente frías, y es por eso que los kayacs están diseñados para introducir medio cuerpo –de la cintura para abajo–, dentro de la embarcación. Así se está a resguardo del frío.

En la actualidad el kayaquista usa una especie de faldón de neoprene que se ajusta a la abertura por donde se meten las piernas y la mitad del cuerpo, lo cual lo protege del frío y de las salpicaduras del agua. Como esta clase de embarcación tiene su borde casi a ras del agua, la perspectiva visual es distinta y se potencia la sensación de estar deslizándose suavemente en el agua.

Los kayacs que se utilizan en Bariloche para las excursiones turísticas son del tipo de travesía, es decir que son más largos, tienen dos puestos –uno es para el guía– y portan dos estancos impermeables para poner la carpa y los alimentos. Los kayacs son más estables que las canoas y se utiliza un solo remo simple por persona. Además tienen en el interior dos pedales que sirven de timón.

El lugar más frecuentado por las excursiones turísticas es el Lago Gutiérrez, rodeado por la imponencia majestuosa de los cerros Catedral, Otto, Ventana y Carbón. A sus pies y en sus laderas proliferan los bosques de ciprés y coihue. Y en las aguas del lago nadan el pato cretón y las truchas, que pasan como un rayo por debajo de las embarcaciones.

Los guías suelen definir los lagos en los que se realizarán las excursiones tomando en cuenta diversos aspectos, entre ellos el clima y las características de los turistas. En los días más ventosos el ideal es el Gutiérrez, por estar más encerrado por las montañas. Y como tiene menos olas, es más adecuado para la gente mayor. Las otras alternativas suelen ser los lagos Nahuel Huapi y Moreno.

La excursión tradicional dura unas dos horas e incluye una parada en alguna playita desierta para tomar una merienda con té y mate. Lo interesante es que este paseo se puede realizar todo el año, incluso con nieve (utilizando los equipos indicados para el frío). Por lo general es muy difícil que un kayac se dé vuelta en un paseo por el lago, a menos que el pasajero cometa una gran imprudencia. Pero en última instancia no es un accidente de temer, ya que el kayac es muy fácil de reacomodar, sobre todo con la presencia de un guía experto.

Tres días a puro remo Para los amantes de la verdadera aventura existe una excursión de tres días en kayac por el extremo occidental del Parque Nacional Nahuel Huapi que también se realiza durante todo el año, y no se suspende en días nevados. El trayecto comienza en el lago Hess para recorrer sus costas e internarse por un angosto curso de agua que une ese lago con el Fonk Chico. Durante el recorrido las aguas calmas y la tupida vegetación son el ambiente ideal para observar la avifauna autóctona que puebla estos lugares bastante pocos transitados del parque. Al atardecer se prepara el camping con las carpas y la comida, y al día siguiente la travesía continúa recorriendo todo el lago Fonk Grande y se regresa al mismo campamento. Y temprano en la mañana del tercer día se parte por el río Quieto hasta el lago Hess, luego el río Manso y finalmente el lagoRoca, donde se visita un conjunto de alerces milenarios protegidos por el parque nacional.

Saltando de copa en copa Un nuevo tipo de actividad turístico-deportiva está cobrando auge en el amplio abanico de alternativas de Bariloche. Se llama canopy y consiste en saltar de una copa a otra de los árboles colgado de un arnés. Esta forma de “volar” sobre los bosques es apta para todo público y se originó en Costa Rica. Desde allí se propagó por el mundo y en nuestro país se practicó inicialmente en la provincia de Misiones.

La excursión se realiza en las afueras de la ciudad, a 17 kilómetros del centro. Una camioneta recoge a los integrantes del grupo en la puerta del hotel y los lleva hasta el lugar indicado, pasando el lago Moreno. Una caminata de 20 minutos por el bosque conduce hasta la primera plataforma de canopy, ubicada casi a ras del suelo para que practiquen los novatos. El sistema tiene sus complejidades y una serie de rigurosas medidas de seguridad. La experiencia consiste en dejarse caer de la plataforma de madera instalada en el punto más alto del bosque andino patagónico suspendido de un arnés. Así se cruza el bosque, en el que predominan los coihues, uniendo pares de árboles situados a cien metros de distancia uno del otro. El salto se realiza con la misma técnica de la tirolesa –que se usaba en el Tirol para unir dos barrancos cercanos entre sí–, pero es inevitable detenerse un rato a “degustar” la novedosa visión.

Como el cruce entre un árbol y otro se hace a toda velocidad, los alaridos de los que “vuelan” así de una plataforma a otra retumban en el bosque. En total hay ocho plataformas en desnivel –siempre decreciente–, a lo largo de un recorrido de 1800 metros. En el último tramo se realiza un vertiginoso “sobrevuelo” a 40 metros de altura sobre un gran cañadón. Además en un mismo tronco hay dos plataformas y se baja de una a la otra con la técnica de rappel.

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El sereno lago Gutiérrez es ideal para remar sin sobresaltos, disfrutando el paisaje.
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