Oyarbide amplió el procesamiento de James y dictó la falta de mérito para Narodowski

El juez amplió el procesamiento del detenido espía Ciro James y dos policías misioneros en la causa que investiga escuchas ilegales, al acusarlos de intervenciones indebidas a teléfonos de ejecutivos de la empresa Coto. Además, dictó la falta de mérito al ex ministro de Educación porteño Mariano Narodowski.

Se trata de la tercera ampliación de procesamiento del espía, detenido en el Penal de Marcos Paz con confirmación de la Cámara Federal, por la intercepción de los teléfonos denunciadas inicialmente por el dirigente de la comunidad judía Sergio Burstein.

En forma simultánea, el magistrado se puso en línea con la orden de la Cámara Federal porteña y dictó la falta de mérito para procesar al ex ministro de educación porteño, Mariano Narodowski.

En esta misma causa está procesado el jefe de gobierno porteño Mauricio Macri, imputado de integrar una asociación ilícita cuyo montaje facilitó mediante el nombramiento de James sin tareas especificadas en la cartea educativa de la Ciudad.

En un escrito de 59 carillas, Oyarbide consideró probado que James "ha colaborado activamente en la interceptación indebida de los abonados de la firma COTO S.A."

Alude a los ejecutivos Rodrigo Velasco y Diego Molado, por cuyos teléfonos celulares intervenidos se comunicaban habitualmente con el presidente y directorio de la firma.

El juez consideró que James colaboró en las pinchaduras "mediante el posible aporte de los números y el efectivo retiro de los casetes con las conversaciones cursadas durante el período en que fueran indebidamente intervenidos.

"Lo expuesto -añade- permite tener por demostrado que los hechos materia de estudio en la presente, se encuentran comprendidos dentro del mismo 'modus operandi' con que se lograra la intervención ilegítima de otros abonados telefónicos".

La ampliación del procesamiento se hizo extensiva al oficial auxiliar de la Policía de Misiones, Diego Guarda, quien según el dictamen "confeccionaba el pedido de intervención", y a su superior Raúl Rojas, jefe de investigaciones, quien la gestionaba en los juzgados de Instrucción 1 y 2 de Posadas.

"Debe resaltarse que la colaboración que supuestamente prestaba James a las autoridades policiales y judiciales misioneras, le era cuidadosamente ocultada a sus superiores de la Policía Federal Argentina, puesto que aquellos no tenían el menor registro material" de esas actividades, dijo Oyarbide.

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