La decisión fue adoptada por los sindicalistas pese a que desde el Gobierno se da por su seguro que esta semana comenzarán las deliberaciones entre los empresarios y los sindicalistas.

Precisamente en ese sentido se había expresado el secretario de Empleo, Enrique Deibe, quien había subrayado que hay "buenas posibilidades" de avanzar con un acuerdo social entre el Estado nacional, los sindicatos y las empresas, donde el gobierno prevé debatir las cuestiones del salario y los precios. Según Deibe, "este es un objetivo y vocación permanente del Ministerio de Trabajo". Días atrás, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, había asegurado que "hay una gran voluntad y decisión política para trabajar" en lograr el diálogo tripartito.

"Más allá de esto, el acuerdo es una cuestión de todos los días, allí el trabajo es cotidiano, y más en el campo de las relaciones laborales y en la negociación colectiva", estimó titular de la cartera laboral.

Para el secretario de Empleo, "este espacio (tripartito) abre ahora la posibilidad de entendimiento entre el Estado, los trabajadores y los empresarios, y aquellos que puedan participar de este marco, es algo destacable".

No obstante, Deibe se negó hablar de plazos para formalizar las invitaciones a gremios y empresarios y aseguró que es el propio Tomada quien "está llevando personalmente adelante las distintas alternativas".

La estrategia oficial para avanzar sobre la búsqueda de consenso que requiere el acuerdo en materia de precios y salarios de cara al comienzo del 2011 estará supeditado a las gestiones que promuevan Tomada y su par de Planificación, Julio De Vido.

Según trascendió desde el Poder Ejecutivo, quien no estaría abocado a esta tarea, por lo menos por el momento, sería el ministro de Economía, Amado Boudou, ya que desde la Casa Rosada consideran que el funcionario deberá atender temas como la relación con el Club de París.