De Vido y Tomada, dos pilares de la gestión kirchnerista

Por tercera vez, desde 2003, los ministerios de Planificación Federal y Trabajo estarán liderados por Julio De Vido y Carlos Tomada. Con ocho años y medio consecutivos como ministros, desde la asunción junto al presidente Néstor Kirchner, se convirtieron en los funcionarios, en ese rango, con mayor continuidad en la historia argentina.

El Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios resultó de la descomposición de los ministerios de Producción y de Economía existentes durante la presidencia de Eduardo Duhalde. En consecuencia, quedaron bajo su órbita las secretaría de Energía, Comunicaciones de Obras Públicas, Recursos Hídricos, Desarrollo Urbano, Energía Atómica y las áreas dedicadas al sector Minero y Transporte.

De Vido es uno de los hombres del riñón del kirchnerismo, ya que inició su carrera política en 1988 en Santa Cruz, como Director de Obras Públicas de Instituto de Desarrollo Urbano y Vivienda, y de allí pasó a la Presidencia de la Administración General de Vialidad Provincial.

Entre 1991 y 1999 fue ministro de Economía de Santa Cruz durante el gobierno de Néstor Kirchner, quien en 1999 lo nombró ministro de Gobierno. Ejerció ese cargo hasta 2003 cuando Kirchner asumió la Presidencia de la Nación y lo nombró ministro de Planificación Federal. En 2007, cuando Cristina Kirchner fue electa presidenta, De Vido fue ratificado en el cargo.

El ministro se transformó en un interlocutor político con sindicatos e industriales. Precisamente fue la UIA, una de las instituciones políticas que se expresó a favor de la continuidad de De Vido en el Gabinete.

Por su parte, Tomada, tras la asunción de su cargo en 2003, reinauguró el sistema de negociaciones paritarias entre empresarios y gremios por primera vez desde el retorno a la democracia. Mientras que durante la presidencia de Cristina Kirchner, llevó adelante el sistema Repro, que subsidió una parte del salario de los trabajadores en las empresas con problemas económicos y fue una de las medidas anticíclicas aplicadas por el Gobierno para hacer frente a la crisis internacional de 2009.

La primera experiencia de Tomada en la cartera laborar fue en 2002, cuando en plena crisis política, económica y social asumió como secretario de Trabajo de la Nación durante la presidencia de Eduardo Duhalde.

Antes de llegar a su cargo de ministro, Tomada dictó cursos de posgrado en Relaciones Laborales y en Problemas del Trabajo en las universidades de Castilla La Mancha (España) y de Bolonia (Italia), fue asesor de la CGT, de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el PNUD y la Fundación Friedrich Ebert. Además de ser un dirigente del peronismo porteño con vastas relaciones con el sector gremial.

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