UNIVERSIDAD › DEBATE SOBRE UNIVERSIDAD, CIENCIA Y TERRITORIO EN LOS ULTIMOS AÑOS

Los cambios de una década

El encuentro, organizado por el Ministerio de Educación, convocó a autoridades y académicos que analizaron las perspectivas y los desafíos que afronta el sistema universitario y científico en relación con el desarrollo productivo.

Con el objetivo de debatir la democratización de la política educativa y científica en el nivel superior, así como el papel de investigadores y docentes en relación con las perspectivas de de-sarrollo productivo y social del país, ayer se llevó a cabo la jornada de “Universidad, ciencia y territorio en la década ganada”, organizada por la Subsecretaría de Políticas Universitarias del Ministerio de Educación. Los participantes del evento también recordaron lo sucedido hace 47 años, cuando cientos de científicos argentinos debieron exiliarse tras La Noche de los Bastones Largos.

Del panel de apertura participó el ministro de Defensa, Agustín Rossi, quien sostuvo que “una de las acciones más transcendentes de nuestro gobierno ha sido recuperar y jerarquizar el espacio dedicado a la investigación, la ciencia y la tecnología”, y destacó “la gran inversión presupuestaria”, “la creación del Ministerio de Ciencia y Tecnología” y “la recuperación de un montón de investigadores que estaban fuera del país”. Rossi también se refirió a la necesidad de articular producción y conocimiento: “El desafío que nos queda para adelante es la vinculación entre el mundo del conocimiento y el sector productivo. Si tenemos muchos científicos, muchos técnicos, mucha investigación y no termina redundando en desarrollos productivos concretos que nos permitan ir cambiando nuestra matriz productiva, nos vamos a quedar solamente con la mitad del desarrollo”, expresó el ministro.

La jornada tuvo lugar ayer en la Manzana de las Luces. Se debatió en torno de cuatro temáticas: comunicación pública y apropiación social del conocimiento; educación superior y conocimiento científico para las políticas energéticas; el aporte de las universidades y del sistema científico al desarrollo local, el agro y la industria; y perspectivas regionales para la innovación tecnológica y productiva. Más temprano, en el panel de apertura estuvieron, además de Rossi, Roberto Salvarezza, presidente del Conicet; Martín Gill, secretario de Políticas Universitarias; Laura Alonso, subsecretaria de Políticas Universitarias; Eric Calcagno, diputado del FpV, y Florencia Saintout, decana de la Facultad de Periodismo de la Universidad Nacional de La Plata.

Salvarezza planteó que “dentro de cinco o diez años vamos a ver un impacto real de crecimiento económico basado en la ciencia y la tecnología”. Recordó que durante los ’90 se “intentó destruir el aparato científico tecnológico” y “la ciencia y la tecnología no tenían cabida en un modelo agroexportador”. “Hoy en día nadie discute que los beneficios de la ciencia son un derecho para todos y esto es muy importante en un país que es capaz de generar conocimientos como Argentina, que hoy está 21º en el ranking mundial en la producción de conocimientos de excelencia”, concluyó el titular del Conicet.

Los participantes también se encargaron de recordar los hechos sucedidos el 29 de julio de 1966, cuando bajo la dictadura militar de Juan Carlos Onganía, profesores e investigadores debieron dejar el país ante la represión al sistema universitario: “No tan casualmente estamos haciendo estas jornadas convocadas por el Estado nacional en la misma semana en la que se conmemoran 47 años de la triste Noche de los Bastones Largos”, sostuvo Alonso.

Según los datos que presentó la Secretaría de Políticas Universitarias, en los últimos diez años se crearon nueve nuevas universidades nacionales; en un período en el que la población creció un diez por ciento se registró un aumento del 28 por ciento en el número de estudiantes y del 68 por ciento en el número de egresados. Además, siempre según los datos oficiales, el presupuesto universitario pasó de representar el 0,53 por ciento del PBI en 2003, al 1,02 por ciento en 2012 y la cantidad de becas pasó de 2726 a 47.296 en el mismo lapso. Un crecimiento similar experimentó la inversión en ciencia y tecnología que representa el 0,65 por ciento del PBI. Además, el presupuesto del Conicet es doce veces superior al de hace diez años y las becas de posgrado y posdoctorado aumentaron un 384 por ciento. La cantidad de investigadores formados creció un 181 por ciento. “Hoy –dijo Alonso– el Estado convoca a los científicos para escucharlos y pensar juntos cómo profundizar y consolidar un modelo que efectivamente incluye a los 40 millones de argentinos.”

Informe: Federico Funes.

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“El desafío que nos queda es la vinculación del mundo del conocimiento con el sector productivo”, dijo Rossi.
Imagen: Télam
 

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