UNIVERSIDAD › CONFLICTO EN LA UBA POR UN NUEVO ACUERDO GREMIAL DOCENTE

Inconvenientes con el convenio

El Consejo Superior aprobó un convenio colectivo docente acordado con un sindicato. Los otros gremios con actividad en la UBA advirtieron que no participaron de la discusión, anunciaron que lo desconocerán y exigieron la aplicación del convenio nacional.

Una semana después de que la Presidenta firmara el decreto que homologa el Convenio Colectivo de Trabajo acordado por los docentes universitarios de todo el país, los rectores y el gobierno nacional, la Universidad de Buenos Aires aprobó anteayer un convenio específico, diferente del nacional, con uno de los gremios docentes (Aduba, enrolado en la CGT oficial). Los otros sindicatos de profesores con actividad en la UBA, AGD (parte de la CTA conducida por Pablo Micheli) y Feduba (CTA de Hugo Yasky), se oponen al nuevo acuerdo y reclaman que se aplique el convenio de alcance nacional.

El convenio colectivo (CCT), un piso de derechos para los docentes de universidades nacionales, fue el resultado de una larga negociación entre las federaciones sindicales, los rectores del Consejo Interuniversitario Nacional y funcionarios de los ministerios de Educación y de Trabajo. Se terminó de acordar el año pasado y entró en plena vigencia este mes, cuando Cristina Fernández firmó el decreto de homologación y fue publicado en el Boletín Oficial.

Antes de que el CCT fuera acordado, la UBA se había retirado de la negociación argumentando que vulneraba su autonomía y su estatuto. Este miércoles, el Consejo Superior de la universidad aprobó un convenio firmado por los paritarios de la institución y la asociación de docentes Aduba. Según informó el gremio, el convenio ya está vigente y reglamenta las relaciones laborales para los 26 mil docentes de la UBA, otorgando “mayor estabilidad laboral y derechos para los trabajadores”. También, detalló, introduce mejoras en el régimen de licencias –180 días por maternidad y 28 anuales por estudio–; fija la gratuidad de los estudios de posgrado y el año sabático para auxiliares y profesores; crea una comisión para mejorar las condiciones de seguridad e higiene en las facultades; implementa la carrera docente para los auxiliares, incorporando un reglamento para concursos; entre otras disposiciones. Daniel Ricci, secretario general de Aduba, destacó que el convenio permitirá regularizar en tres años la situación de los profesores contratados. “Hay 15 mil docentes interinos en la UBA, a quienes se les va renovando el contrato cada seis meses o un año y en adelante cambiará esa relación laboral”, dijo.

Las reacciones de los otros dos gremios docentes de la UBA, AGD y Feduba, no tardaron en llegar e hicieron foco en que nunca fueron convocados a discutir el convenio específico.

“Nos produce sorpresa e indignación que, a una semana de haberse aprobado un convenio colectivo de validez nacional, la UBA se despache con un acuerdo secreto, del que nadie estaba informado y cuyo alcance y legalidad están por verse”, lamentó Federico Montero, titular de Feduba. “Nosotros estábamos muy contentos y satisfechos la semana pasada con haber logrado el CCT, con el hecho de que la Presidenta lo promulgara y con el avance que significó haber podido discutir entre todos un convenio colectivo. Acá hay una cuestión de injusticia y discriminación con los demás sindicatos que participamos de la discusión nacional. Es una situación en la que Conadu, federación a la que pertenecemos y que tiene personería gremial para actuar en la UBA, no ha sido convocada. Eso demuestra el nivel de acuerdo e impunidad”, agregó Montero. Respecto a los contenidos del convenio aprobado por la UBA, el dirigente de Feduba evitó entrar en detalles, porque “hay una discusión previa que es que para nosotros ese instrumento no es válido, más allá de los contenidos. El punto no es comparar qué parte coincide y qué parte no coincide con el CCT. Acá hay una metodología de trabajo y de composición política que excluye actores, y no sólo lo decimos por nosotros. Es indignante, es un provocación”.

La AGD, por su parte, consideró ilegal el acuerdo alcanzado por el rectorado y Aduba. “La UBA pretende hacer primar el estatuto antidemocrático que la rige, que es hijo de una dictadura militar y que cumple 58 años. Pretende violar el principio de que se apliquen las convenciones de trabajo por rama y aplicar el concepto neoliberal de un convenio por empresa para flexibilizar las condiciones de trabajo. Este es el sentido por el cual los rectores Ruben Hallu y Alberto Barbieri pretendieron denunciar la aplicabilidad del convenio nacional retirando a la UBA de la negociación nacional”. Para los dirigentes del gremio afiliado a la federación Conadu Histórica, “el corazón de por qué hay dos convenios es la defensa a ultranza del rectorado de la UBA, de la precariedad laboral y del padrón electoral. Para el rectorado es intolerable que se entrometa el CCT en los criterios de ingreso, permanencia, promoción y extinción de la relación laboral”.

Tanto AGD como Feduba anunciaron que van a desconocer el convenio y buscarán su impugnación.

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