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Bajo un nuevo régimen, los 52 consejeros estudiantiles y los 52 consejeros graduados de las facultades de la UBA deberán elegir a los futuros consejeros superiores el 20 de abril, a las 9.30, en el Nacional de Buenos Aires. El propio Consejo Superior aprobó, con cambios, el proyecto presentado por el rector para reformar el sistema electoral. Con su propuesta, Guillermo Jaim Etcheverry pretende transparentar la elección de los miembros del órgano de gobierno, reducir la influencia de un claustro sobre otro y evitar el cambio de voluntades de acuerdo con los resultados preliminares.
Toda la cuestión generó un largo debate en la sesión del Superior realizada el miércoles. El punto más discutido fue si el voto de los consejeros directivos debía ser secreto (para evitar presiones) o público (para permitir que la comunidad controle a sus representantes). Se impuso un sistema híbrido.
Los claustros de alumnos y egresados se reunirán en asamblea simultáneamente. Votarán en forma secreta, con urnas. Pero cada sobre estará rotulado con el nombre del consejero. Una vez emitido el último sufragio, se escrutará y se publicitará el voto de cada cual.
Otro punto discutido fue quién será la autoridad electoral. Estudiantes y graduados pretendían que fuera una junta integrada por un alumno, un profesor y un egresado. Pero ganó la propuesta de Jaim Etcheverry: será el propio rector o quien lo reemplace (como ocurrirá, ya que las asambleas serán simultáneas). Las actas de las asambleas deberán publicarse en la página web de la UBA.