UNIVERSIDAD › CONFLICTO EN LA FACULTAD DE ARQUITECTURA DE LA UBA

El padrón de la discordia

La elección del claustro de graduados fue suspendida en la FADU para revisar la regularidad de los 1600 nuevos inscriptos.

 Por Julián Bruschtein

Las elecciones de graduados de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo (FADU) de la Universidad de Buenos Aires vienen con sorpresas otra vez. Como en los comicios del 2005, el padrón pasó a ser el centro de la polémica entre las listas que participan, involucrando también al decano Jaime Sorín. En los últimos 18 meses se empadronaron 1600 nuevos egresados. Desde el frente Encuentro (radicales, peronistas, PCR, PO e independientes) aseguraron que “los nuevos empadronados forman parte de una campaña de apertura del padrón” que impulsaron desde que accedieron a la mayoría hace dos años. Por el contrario, ReForma (radicales y aliados) denunció que había “cerca de 900 fichas recurridas e impugnadas”. Mientras todas las facultades de la UBA terminarán la semana que viene de elegir a sus consejeros graduados, la FADU deberá esperar hasta mediados de noviembre, para cuando se postergó la elección. Antes, los nuevos inscriptos en el padrón deberán volver anotarse: así lo resolvió el Consejo Superior de la UBA, adonde llegó el conflicto esta semana.

En diversas facultades, la confección del padrón electoral de egresados suele ser motivo de disputas y sospechas, entre otras cosas porque la inscripción es optativa y los controles son escasos.

Ante los 1600 nuevos inscriptos en un padrón con 6010 graduados, el profesor Martín Marcos –referente de ReForma– pidió que todas las fichas nuevas no fueran tenidas en cuenta. Sostuvo, ante el Consejo Superior, que su solicitud no era “un intento de proscripción, sino para que la votación sea lo más limpia posible porque el fondo de la cuestión generó una fenomenal crisis en la facultad”. Marcos detalló que se habían detectado “600 fichas confeccionadas en fecha anterior a la jura del título”, es decir, antes de que los graduados fueran tales, y casi 300 más con distintas irregularidades, “incluso tres empadronados habilitados para votar que todavía no se recibieron”.

Según Agustín Pradelli, arquitecto y consejero por el frente Encuentro, la aparición del inusual número de nuevos inscriptos es consecuencia de “una de nuestras propuestas cuando accedimos a la mayoría del claustro, en 2005, que fue abrir los padrones para que dejaran de ser clientelísticos. Al haber nuevos votantes que ReForma no maneja, se sienten desprotegidos porque estaban acostumbrados al clientelismo que llevaron adelante durante 10 años”.

Como en las elecciones de dos años atrás, el conflicto arribó al Consejo Superior de la UBA al no poder encontrarse una solución en la facultad. En las elecciones de 2005, ReForma y el entonces decano Berardo Dujovne tuvieron un enfrentamiento que, junto a otros factores, llevó al declinar de la agrupación como mayoría. Dujovne intervino el departamento de graduados, les sacó el control del padrón electoral y lo colgó en la web, ya que hasta ese momento estaba guardado en la única computadora que no integraba la red informática de la facultad.

Ahora, el problema terminó de desencadenarse cuando, en una reunión de la junta electoral, el decano utilizó el doble voto del que goza para desempatar. Los consejeros de Encuentro pedían seguir adelante con las fechas de la elección y con las impugnaciones estipuladas, mientras los consejeros de ReForma pretendían organizar dos semanas de reempadronamiento y postergar el comicio. Sorín favoreció la petición de ReForma y quedó en medio de una puja que lo dejó enfrentado a los consejeros que lo apoyaron para llegar al decanato. El decano argumentó que “hay que ser cuidadoso en respetar el reglamento y los procedimientos para empadronar, porque detectamos situaciones no convencionales. En el padrón existe una parte fácil de corregir, que es más bien técnica, como los fallecidos o los profesores que aparecen habilitados. Pero después hay una gran cantidad de fichas donde hay dudas”. A la decisión de la junta siguió una reunión extraordinaria del consejo directivo en la que Encuentro, haciendo valer su mayoría, resolvió en contrario. Marcos, que es consejero superior, reclamó la intervención del tribunal de alzada en la universidad. Finalmente, el órgano de gobierno de la UBA anuló lo resuelto por la facultad, por encontrarlo viciado, y definió que la elección se haga del 12 al 16 de noviembre, previo reempadronamiento –voluntario– de los 1600 graduados de la discordia.

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