La victoria de Donald Trump en Estados Unidos puso en aprietos a los países de la región y la Argentina es una de de las economías que más tensiones enfrenta. El dólar cerró ayer a 15,80 pesos, al subir 32 centavos respecto del viernes y acumular un aumento de 60 centavos, 3,9 por ciento, desde la elección del candidato republicano el martes de la semana pasada. El país, tras aplicar un programa de desregulación de los movimientos de capitales, eliminar controles a la compra de divisas y estimular la entrada de inversiones especulativas, quedó muy expuesto a la volatilidad económica provocada por el shock internacional. Economistas consultados por PáginaI12 indicaron que Trump afectó la estrategia de Macri de financiar con endeudamiento externo los desequilibrios fiscales, puso en duda el éxito del blanqueo y frenó las expectativas de crecimiento para el próximo año. Se prevé ajuste sobre cuentas públicas, incertidumbre con la cotización del dólar y mayor presión en materia de inflación.
“El Gobierno tiene una política económica esquizofrénica. Desde mitad de año aplicó una política monetaria dura y una estrategia fiscal expansiva financiada con deuda. Esta lógica se planteó en la coyuntura como puente para esperar la llegada de inversiones extranjeras que se conviertan en motor de crecimiento en el mediano y largo plazo. Pero con Trump ahora aumenta fuertemente la incertidumbre y van a tener varios meses con el mercado viendo hacia dónde va la economía norteamericana, qué hace con la relación con China, cómo se definen los vínculos comerciales. Esto implica que la probabilidad de mayor ingreso de inversión del campo, empresas tecnológicas, energías renovables, entre otras, se reduce sensiblemente, más aún con una economía funcionando al 60 por ciento de la capacidad instalada. Van a tener que inventar un nuevo discurso para explicar por qué va a crecer la economía argentina”, dijo a este diario Jorge Carrera, ex gerente principal de investigaciones del Banco Central.  
“Si además la política monetaria de Estados Unidos genera caída en el valor de las materias primas, vas a tener precios internacionales no tan buenos, un financiamiento externo menos generoso y, por tanto, perspectivas nada favorables para la política económica. Encima el blanqueo, con el candidato republicano, también puede enfriarse, puesto que Trump es más reticente a que los bancos norteamericanos apoyen procesos de exteriorización de capitales”, cerró Carrera. 
Las economías de la región, al igual que la Argentina, experimentaron tensiones en los últimos días por los resultados de la elección presidencial en Estados Unidos. Algunos países mostraron una depreciación fuerte de sus monedas contra el dólar. La cotización del real brasileño pasó de 3,17 a 3,45 reales entre el martes de la semana pasada y ayer, con una suba de 8,8 por ciento. La paridad en Colombia trepó de 2952 a 3118 pesos, con un incremento del 5,6 por ciento, mientras que en Chile lo hizo de 648 a 670 pesos (3,4 por ciento). 
El país más afectado fue México, donde la cotización avanzó de 18,30 a 20,70 pesos, con aumento de 13,1 por ciento. El candidato republicano se mostró durante toda la campaña muy hostil contra la economía mexicana y en su primera entrevista televisiva tras ser elegido presidente no moderó el discurso. Insistió con que obligará por la fuerza a más de 3 millones de inmigrantes ilegales a dejar el país, muchos de los cuales son mexicanos sin papeles en Estados Unidos, y no descartó la posibilidad de construir un muro que divida la frontera entre ambos estados. Trump pretende desarmar los acuerdos de libre comercio firmados con México y Canadá, lo que tendría un impacto letal para la industria manufacturera mexicana.
“La región registró fuerte incertidumbre con la llegada de Trump. El riesgo en el índice de bonos emergentes de Goldman Sachs mostró un aumentó importante estos días. La tendencia igualmente todavía no está definida y va a depender de cuál sea la estrategia de la Reserva Federal. Si apura la suba de la tasa de interés va a generar mayor tensión en el costo del endeudamiento y presión para las economías en desarrollo por menor entrada de capitales”, planteó el investigador del Centro Cultural de la Cooperación, Nicolás Zeolla. Mencionó que no todas las economías de Latinoamérica tienen la misma capacidad para reaccionar. “Argentina, por ejemplo, tiene menos margen para devaluar que otros países de la región porque aceleraría nuevamente los precios del mercado interno e incluso podría auto inducirse una corrida. Los inversores que tienen pesos en Lebacs, si existe mucha incertidumbre cambiaria, podrían vender el  activo y volcarse en forma masiva a la compra de divisas”, cerró. 
El equipo económico de Mauricio Macri se cansó de festejar la baja de las tasas de interés en la colocación de nueva deuda externa en los últimos meses. La emisión de bonos en euros con tasa del 5 por ciento hace pocas semanas fue una de las colocaciones más celebradas por los funcionarios. Pero con el nuevo escenario global el riesgo de la deuda Argentina registró en pocos días un fuerte aumento y los rendimientos para los títulos de largo plazo ya subieron por encima de 8 por ciento, tasa que no es diferente a la que pagaba el país en los últimos años. 
Un ejemplo de la incertidumbre que genera Argentina respecto a la capacidad de repago de su deuda lo ofrece la cotización del Discount en moneda extranjera a 2033, que bajó de 162 a 149 dólares entre el martes pasado y ayer. El Gobierno desde principio de año aumentó el endeudamiento en moneda extranjera en más de 40.000 millones de dólares, una cifra equivalente al 10 por ciento del producto interno, pero no generó nuevas actividades de exportación o incrementos en la competitividad de las empresas para generar en el futuro divisas genuinas para devolver los pasivos. El riesgo país subió ayer 5,9 por ciento. En Estados Unidos, en tanto, la tasa que pagan los bonos del Tesoro a 10 años ascendió desde el triunfo de Trump de 1,85 a 2,23 por ciento.