Una muestra de diseñadores y artistas visuales de varios países intenta dar cuenta –en afiches e instalaciones– del estado del mundo: política, sociedad, educación..., contexto.
Por Fabián Lebenglik
“Bushstop”, afiche del francés Alain Le Quernec.
La frase “Usted está aquí” señala la localización de quien busca un lugar o se siente perdido. La exposición que se presenta en el Espacio Casa de la Cultura (Av. de Mayo 575), y que lleva el subtítulo “Activistas visuales en acción”, busca extender su sentido a la situación no sólo geográfica sino también política, social, educativa..., contextual.
Los curadores de la muestra, Marta Almeida y Marcelo Morán, se propusieron reunir “distintas formas de intervención en los sistemas de comunicación visual”, a través de “la acción de activistas visuales atentos a los acontecimientos sociales y a las reflexiones que estos pueden provocar”. La producción de los diseñadores y artistas convocados toma distintas formas: diseño editorial, instalaciones, música, arquitectura y, en mayor medida, afiches.
El afiche moderno –básicamente publicitario, de gran formato y tirada numerosa– apareció hacia mediados del siglo XIX, en Francia. A aquellos primeros carteles fueron sumándose rápidamente ingredientes técnicos, estilísticos y teóricos.
El afiche utilizó todas las corrientes estéticas, de modo que sirvió como una suerte de difusor de distintas tendencias y movimientos. A este gesto, durante los primeros cincuenta o sesenta años de afichismo, deben sumarse las interinfluencias con la fotografía, el cine y los dibujos animados.
Y si el nacimiento del afiche se sitúa en Francia, resulta ineludible el aporte del afichismo polaco, que se difundió durante la segunda posguerra. En este sentido, la exposición incluye una sección dedicada al afiche polaco contemporáneo. A mediados de la década del sesenta la ciudad de Varsovia organizó la primera bienal internacional del afiche. Y, para afianzar la tradición, hacia fines de la misma década Polonia inauguró un Museo del Afiche.
El abecé del afiche dice que éste debe comprenderse en pocos segundos, de modo que la estructuración de los elementos que lo componen tendrían que ser descifrados por el que mira en un solo golpe de vista, porque el destino del afiche es ser visto al paso, sobre la marcha.
Los carteles publicitarios son parte de la geografía ciudadana y su imagen marca etapas de la dinámica urbana. Los afiches dan cuenta de una época, no sólo por las cuestiones que anuncian, denuncian, advierten, sugieren, prometen o recomiendan, sino también por las herramientas gráficas y visuales que utilizan. La intención y el efecto del afiche son cruciales, porque entre la publicidad y la propaganda se juegan duelos sutiles y se atraviesan fronteras para nada ingenuas.
El afichista francés Achille Mauzan –que vivió en la Argentina y fue autor de la célebre cabeza de Geniol, entre otras genialidades– definió el sentido y la función del afiche en unas pocas frases sencillas: “Los afiches deben ser simples y visibles de lejos”, “Son el bombo en la orquesta de la propaganda”, “Son gritos pegados en los muros”, “En el afiche, la idea es todo”.
Con gran impacto visual y creatividad, con actitud combativa y militante, por momentos conmovedora, los afiches, la gráfica y las instalaciones de la muestra intentan dar cuenta de los aspectos ominosos del presente.
La exposición incluye al israelí David Tartakover, cuya obra reflexiona sobre el conflicto israelí-palestino; a Sandy K. (diseñador gráfico alemán), quien trabaja en Berlín en relación con el contexto social, cultural y político. Alejandro Magallanes, quien durante siete años diseñó los carteles de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal de México, es considerado uno de los más destacados diseñadores del afiche latinoamericano.
Alejandro Ros, que diseñó buena parte de la imagen del rock argentino desde fines de los años ochenta y durante los noventa, también se destaca por el diseño editorial, como director de arte de los suplementos Radar y Las12, de Página/12.
El diseñador sudafricano Garth Walker es fundador y editor de una revista semestral de diseño en su país. Walker documentó la producción gráfica espontánea de las calles y creó un banco de imágenes urbanas de Sudáfrica.
El Fantasma de Heredia es un grupo de diseñadores argentinos formado en 1992 cuya producción gira en torno de la consolidación democrática, los derechos humanos y el medio ambiente.
El afichista francés Alain Le Quernec, formado en Polonia, fue un participante activo de las jornadas de Mayo del ‘68. Su trabajo se orienta a lo social y político.
La Agrupación Boletos Tipó Edmondson (ABTE) –que colecciona y estudia los boletos ferroviarios– presenta instalaciones gráficas sobre –entre otros temas– la cultura popular de las barriadas y el contraste con los barrios cerrados.
El grupo FASE (formado por alumnos y docentes de la carrera de Diseño Gráfico de la UBA), que realiza experiencias que van desde las publicaciones hasta el video y la animación, reflexiona en esta muestra sobre la relación e “intercambios” entre las clases altas y bajas de la Argentina actual.
El grupo de arquitectura M777 fundado en 1988 propone nuevas prácticas en relación con la arquitectura y el urbanismo. Aquí concibe un hospital de asistencia libre basado en el slogan “protección del placer en ambientes violentos”.
El grupo Suscripción (surgido en 1999) trabaja sobre el cruce de distintas disciplinas y propone una instalación en la que se da cuenta de experiencias cotidianas individuales en la búsqueda de nuevas formas de la percepción y relacionamiento.
El grupo Doma (1998), primero a través de la gráfica y luego del video, busca presentar una obra crítica y cuestionadora de las condiciones que impone el presente. En la muestra exhibe un gigantesco muñeco que se propone como simbólico de las víctimas del sistema.
El grupo multidisciplinario Paré (Misiones, 1999) se caracteriza por la realización de intervenciones urbanas. Ahora presenta una instalación gráfica y con móviles, relacionada con lo social y político.
Finalmente, el grupo BsAsStencil, surgido en diciembre de 2002, participa en la organización, producción y puesta en circulación del quehacer gráfico. Presenta una instalación/intervención móvil que busca la participación del espectador y de otros artistas invitados.
Av. de Mayo 575, subsuelo, hasta el 18 de julio.
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