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Plástica|Martes, 30 de julio de 2002
UN PANORAMA DE BUENOS ARTISTAS TUCUMANOS

Las miradas desde el Jardín

La Universidad Nacional de Tucumán muestra un interesante panorama del arte local: “Miradas del arte de hoy”.

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Detalle de “Argentinian Snuff”, de Gómez Tolosa.
Arte digital para un trabajo de animación.
Por Jorge Figueroa *
desde Tucumán

En el Centro Cultural de la Universidad Nacional de Tucumán se está presentando en estos días la muestra “Miradas del arte de hoy”, un panorama actual del arte tucumano que, desde su inauguración hace veinte días, ha tenido una enorme repercusión. No sólo por la afluencia de público –unas 5 mil personas hasta ahora, que para Tucumán es una cantidad muy grande– sino también por el interés que despertó en otras instituciones del país, de modo que la exposición circule en un futuro próximo por Buenos Aires y Córdoba.
“Miradas del arte de hoy” constituye un posicionamiento y una parcialidad, porque siempre se mira desde un lugar.
Arte contemporáneo, se ha dicho, es lo existente en el mismo tiempo, el actual; nuestro tiempo. Miradas de este tiempo, pero miradas que se detienen en lo que algunos estudiosos denominan emergentes. Una artefactualidad –en la concepción derrideana– en el sentido de una actualidad construida. Se trata de construcciones sociales y, por tanto, discursos.
Pero, ¿cuál es este tiempo que se afirma? Una instancia que registra, a la vez, distintos momentos. La obra artística trabaja en una red o tejido intertextual, en donde no faltan citas, referencias, remisiones y evocaciones de la memoria.
Se recuperan técnicas, labores, materiales y acciones del pasado, pero son resemantizadas. Un saqueo generalizado, sin orden.
No puede dejar de señalarse un cierto tono intimista en este arte contemporáneo; desde la mirada, pero también, desde la lectura.
De repente, el tono se transforma y, con otro ritmo y cadencia, acentúa agudas observaciones de la realidad social.
Desde que los artistas se apropiaron de la fotografía, ésta ha funcionado como una cantera prolífica. De la documentación a la creación; de registro de acciones a obra propia. Los acercamientos, a modo de zoom, han sido puntuales.
Las impactantes composiciones sociales de la actualidad de Javier Juárez; los registros de acciones artísticas de Marcos Figueroa, Sandro Pereira y Rolando González Medina; y aquellos que producen y montan un escenario que la cámara registra posteriormente (Mariana Ferrari, Solana Catalán y Fabián Ramos). Andrea Elías gira del fotomontaje callejero a la creación de un paisaje, que simula ser una reproducción. Marisa Rossini, retrocediendo en la tecnología, presenta fotos-objeto sin cámaras.
En los objetos-esculturas es, tal vez, donde más pueda observarse la presencia de tres líneas de trabajo. Afirmaciones de género (de identidad), nimias (en sus tres acepciones), en Cecilia Córdoba, María Brunet, Giselle Bliman, Natalia Szachniuk y Angela González. El placer por la seducción atrapa a Ferrari, a Griselda Nassif y a Rolando Juárez en otra vuelta de tuerca del neodecorativismo. Por su parte, Pablo Guiot opera como un físico, proponiendo que cada receptor intervenga en su propio trabajo, y Beltrame no teme golpear con su cachiporra, presentada en un soporte de mármol de Carrara.
Pinturas-grabados puede leerse como un diálogo. La buscada bidimensionalidad y planimetría de Gerardo Medina contrasta con el informalismo y gestualidad de Daniel Duchen, pero dialoga con el cercano neopop de Rosalba Mirabella y Florencia Vivas. Así como es fuerte el planteo expresionista en Contreras Moiraghi y Martín Guiot, y en el neoprimitivismo de Blanca Machuca, hay un rescate de cierta ornamentación en Rubén Kempa y Carlos Martínez, obras que pueden funcionar como diseños. La pintura de Marcos Figueroa puede abordarse desde una propuesta neoconceptual. Y la obra de Rodolfo Bulacio conversa con todos.
El maletín o valija del grupo El Ingenio sostiene que el arte no es sólo el producto sino también su circulación (distribución) y consumo. Además cuestiona y plantea qué pertenece a la obra y qué no. El arte digital de Alejandro Gómez Tolosa es una lección de estudio: investigación, prueba deensayo y error, composición y animación, un collage y en la propia pantalla para evitar distorsión en la percepción.

* Curador de la muestra. Crítico de arte, docente e investigador de la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de Tucumán.

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