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Ciencia|Miércoles, 8 de octubre de 2008
Premios Nobel de Física 2008 para la teoría de partículas elementales

El discreto encanto de la asimetría

El jinete esta vez se detiene, enceguecido (y naturalmente envidioso) por los Premios Nobel de Física, que recayeron en científicos que dieron pasos decisivos para la comprensión del modelo standard sobre la constitución de la materia.

Por Leonardo Moledo y Adrián Pérez
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Yoichiro Nambu, Toshihide Maskawa y Makoto Kobayashi, los flamantes Premios Nobel en Física 2008.

Si el Premio Nobel de Física se repartiera por estrictos tercios entre cada uno de los laureados, la simetría sería perfecta; pero no: la mitad del millón de euros le corresponde a Yoichiro Nambu y la otra mitad entre Makoto Kobayashi y Toshihide Maskawa es una ruptura de la simetría que bien responde al espíritu del premio; al fin y al cabo, los tres científicos del Sol Naciente trabajaron en cuestiones, precisamente, de ruptura de la simetría en el marco del modelo standard (ver aparte) que explica, hasta donde sabemos hoy, la constitución última de la materia y sus interacciones.

Por partes: Yoichiro Nambu, nacido en Japón en 1921 y nacionalizado estadounidense en 1970, recibió la distinción por un trabajo publicado en los tempranos ’60 sobre “ruptura espontánea de la simetría” en la física de teoría cuántica de campos, que permitió aclarar y penetró todos los pasos que se dieron ulteriormente hacia el modelo standard.

La terna se completa con el premio compartido por Makoto Kobayashi y Toshihide Maskawa, por sus descubrimientos en relación con la física de las partículas, y la predicción de la tercera familia de partículas que completa el “modelo standard” (ver aparte).

Los científicos recibirán el premio el próximo 10 de diciembre, en la Real Academia Sueca de Ciencias de Estocolmo. Serán condecorados con una medalla de oro, pronunciarán su conferencia de aceptación y recibirán Nambu, 500 mil euros (la mitad del premio total), y Kobayashi y Maskawa, doscientos cincuenta mil euros cada uno... El Premio Nobel fue instituido por Alfred Nobel y etc... y etc... y etc....

Una historia sobre Nambu: en un artículo publicado en 1995 en la revista Scientific American, Bruno Zumino, físico de la Universidad de California en Berkeley, decía: “Pensaba que si podía descubrir lo que Nambu estaba pensando, entonces me adelantaría diez años en la investigación; por lo cual, hablaba con él todo el tiempo. Pero para cuando entendía lo que decía, habían pasado 10 años”.

El camino hacia el Nobel de Nambu comenzó a desandarse en la Universidad de Tokio, en 1952, cuando obtuvo su doctorado en Física. En 1949 y con 29 años cumplidos, el investigador era profesor interino de la Universidad de Osaka, pero no duró mucho en el cargo ya que recibió una “oferta imposible de rechazar”: nada menos que el Instituto de Estudios Avanzados de Princeton, Nueva Jersey, la “crema” de la ciencia, lo invitaba a continuar con su trabajo de investigación en Estados Unidos.

Allí fue donde empezó a trabajar en superconductividad (el fenómeno por el cual un conductor no ofrece resistencia alguna al paso de la corriente eléctrica) que lo llevó a estudiar los casos de “ruptura espontánea de la simetría”. El fenómeno de ruptura espontánea de la simetría es cuando un campo cae a su nivel más bajo de energía, pero conservando asimetrías que, en principio, no tendrían por qué estar allí.

Pero Nambu dio el gran salto hacia los principios básicos de la naturaleza cuando pudo aplicar y estudiar las consecuencias de la ruptura espontánea de la simetría en el terreno (por no decir el campo) de la teoría cuántica de campos. El trabajo que desarrolló y la manera en que trabajó la teoría del fenómeno tiñó toda la investigación en la física de partículas elementales. Actualmente, Nambu se desempeña como profesor emérito del Instituto Enrico Fermi de la Universidad de Chicago.

A los 64 años, Makoto Kobaya-shi es profesor honorario del Centro de Investigaciones Tsukuba, mientras que Toshihide Maskawa, de 68 años, es matemático y profesor honorario también, pero del Instituto de Física Teórica de Yukawa, ambos en Japón. Graduados de la Universidad de Nogoya, su trabajo en colaboración comienza con la publicación en coautoría de “La ruptura de simetría en la renovación de la Teoría de las Interacciones débiles”, sobre la violación de la simetría CP (ver aparte), artículo que se transformó en el tercero más citado hasta el día de hoy, detrás de los ya célebres de Weinberg y Maldacena.

La Real Academia Sueca tuvo el ingenio de dar el premio a quienes trabajaron en el mismo campo, y el humor de hacerlo con asimetría.

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