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Ciencia|Miércoles, 2 de octubre de 2013
Diálogo con Viviana Parreño, investigadora del Conicet, INTA

Anticuerpos para todos

El rotavirus es un virus muy resistente e infeccioso que produce diarrea sobre todo en los niños, con riesgos altos en zonas carenciadas. Un grupo de investigadores trabaja en el desarrollo de una vaca transgénica que produzca leche con los anticuerpos que permiten combatirlo y prevenirlo.

Por Leonardo Moledo
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Reconstrucción computacional de un rotavirus.

–¿Qué es lo que quiere averiguar?

–Nosotros empezamos el grupo de investigación del rotavirus en la década del 90. Es un virus que produce diarrea en los individuos jóvenes de muchas especies naturales y también en los humanos. Es el principal causal de diarrea en niños menores de 5 años y produce bastantes muertos en países subdesarrollados y zonas carenciadas, donde hay problemas de desnutrición infantil.

–¿Qué es un rotavirus?

–Un virus que está formado por proteínas y es muy resistente al medio ambiente. Es un virus desnudo.

–¿Qué significa eso?

–Que cuando brota la célula no se lleva membrana celular, es todo proteína. Por eso es muy resistente: es muy estable, de modo que cuando cae en el ambiente puede permanecer infeccioso hasta cuatro meses. Eso produce diarrea en los chicos, que se van contagiando unos a otros por contacto fecal-oral.

–¿Cómo funciona?

–El virus, al ser ingerido, se multiplica en el intestino, en el duodeno, en las microvellosidades intestinales, y las destruye. Eso es lo que produce la diarrea.

–¿Y qué hacen ustedes?

–En un primer momento, trabajábamos con el rotavirus de los terneros y desarrollamos vacunas para las vacas. Antes de tener al ternero, vacunábamos a las vacas para que el ternero cuando naciera estuviera protegido. Luego nos dimos cuenta de que con las vacunas no alcanzaba para solucionar el problema, y entonces planteamos terapias complementarias.

–¿...?

–En este caso, uno multiplica los virus en laboratorio, se inactivan...

–¿Cómo?

–Químicamente. Se mezclan con alguna sustancia que rompe su ADN o, en este caso, su ARN, pero no altera las proteínas. Entonces queda la partícula intacta, proteicamente bien, pero no infecciosa. Y así se inyecta y se generan los anticuerpos. Se tiene que mezclar el virus con sustancias que se llaman “adyuvantes” que modulan la respuesta inmune y ayudan a que se genere una buena respuesta anticuerpos. Esos anticuerpos en el caso de la vaca se concentran en el calostro, y ese calostro que toma el ternero cuando nace es lo que lo protege de la diarrea.

–¿Qué quiere decir que un virus está inactivado?

–Que se le sacó la capacidad de infectar. Ese es un proceso químico que se hace en el laboratorio antes de inocularlo. El virus pierde la capacidad, así, de generar la enfermedad. Uno también puede hacer, como en el caso de los niños con el rotavirus, vacunas atenuadas. Es una vacuna que se le da al niño, que multiplica el virus en el intestino sin generar una enfermedad sino en forma atenuada. Y la respuesta inmune del niño a esta vacuna lo protege.

–¿Qué significa “atenuar”?

–Hace que se multiplique pero de una manera mucho más leve que la que emplea cuando enferma.

–¿Opera sobre el ADN?

–Sí, causa una mutación que hace que el virus quede menos dañino en esa especie. En forma empírica, uno lo que hace es pasarlo por otros animales para que se atenúe en el humano. Ahora, con los avances de la ingeniería genética, uno se fija en qué lugares críticos puede mutar el genoma del virus para atenuarlo. Hay mucha gente que se dedica a estudiar esto nada más.

–Entonces, usted me decía que vieron que las vacunas...

–Si bien vimos que eran muy buenas, pensamos que teníamos que desarrollar herramientas complementarias. Nos surgió la idea de usar camélidos sudamericanos, que tienen unos anticuerpos diferentes de los rumiantes comunes, que se llaman “anticuerpos de cadena pesada”.

–Que son...

–Esos anticuerpos pueden expresar su parte variable, la que se engancha al virus, como una proteína recombinante y se genera un anticuerpo monoclonal recombinante.

–¿Qué es?

–Una línea de anticuerpos todos iguales. Se llama “recombinante” porque se expresa sintéticamente en un reactor, ya no necesito utilizar un animal, un ratón, y hacer hibridomas. Lo expreso como una proteína sintética. Y descubrimos que uno de esos anticuerpos es capaz de neutralizar la infección por todos los rotavirus que afectaban a humanos y animales. Eso fue tan raro que lo pudimos patentar. A partir de allí, empezamos a hacer estudios preclínicos en modelos animales para ver si podemos desarrollar una terapia de inmunidad pasiva (es decir, en lugar de vacunas al animal para que genere anticuerpos, le doy anticuerpos ya “hechos”). Luego dijimos: ¿cuál sería la mejor manera de llegar a la población carenciada que necesita estos anticuerpos? Hacer una leche que tenga esos anticuerpos y que se pueda distribuir de forma masiva. Y eso fue lo que intentamos desarrollar.

–Estos anticuerpos que vienen de camélidos ya sintetizados, ¿no provocan rechazo? ¿No son vistos como algo extraño?

–No. Los anticuerpos son muy chiquitos, se los llama “nano-anticuerpos”. Al administrarse oralmente, no hay respuesta inmune del huésped. De hecho, los modelos animales que probamos en cerdos ya demostraron funcionar bien. De modo que es una terapia amigable y digna de probarse, porque al no pasar directamente a la sangre no se produce respuesta inmune del huésped. Al menos por los estudios que hemos hecho hasta ahora.

–¿Y ahora en qué punto están?

–Ahora, con el apoyo del Ministerio de Ciencia y Tecnología y la empresa BioSidus, estamos tratando de generar una vaca transgénica que genere esos anticuerpos en su leche. Ese es el desafío más grande que tenemos.

–¿Cómo va eso?

–Estamos recién empezando. Por ahora diseñamos el cassette que luego va a ir a las vacas...

–¿El cassette?

–Es un plásmido, un pedazo de genoma, donde uno coloca el gen de este anticuerpo y transfecta células de glándula mamaria y se fija si una célula de glándula mamaria lo puede producir. Hasta ahora hemos visto que sí se producen. Este es el paso previo a empezar a hacer las vacas transgénicas.

–¿Y ese anticuerpo combate a todos los rotavirus?

–Aparentemente, sí. Neutraliza a todos, al menos con lo que estuvimos probando.

–O sea que para el...

–2018, aproximadamente, el virus quedaría muy reducido. Si esa leche fuera accesible para la población en riesgo, iría disminuyendo mucho la incidencia de las diarreas. Sería bueno que fuera utilizado en los planes de los gobiernos provinciales o el gobierno nacional para combatir esta enfermedad. La idea es que llegue a toda la población que la necesita.

–Difundir lo que están haciendo es una buena manera de empezar.

–Sin lugar a dudas.

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