Imprimir|Regresar a la nota
Cultura|Viernes, 6 de mayo de 2005
JUAN GELMAN RECIBIO EL PREMIO REINA SOFIA

Galardón a la trayectoria de un poeta indispensable

Se lo comunicaron ayer en París: un jurado de expertos decidió otorgarle a Gelman el Premio Reina Sofía, uno de los más importantes de España. Lo recibirá en Madrid.

/fotos/20050506/notas/NA24FO01.JPG
“Dígame usted: ¿qué cree que significa ‘gelmanear’?”
Por Jesus Ruiz Mantilla *
Desde Madrid

La palabra preñada de lucha e ironía sin tregua de Juan Gelman logró ayer el XIV Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, dotado con 42.100 euros, que le será entregado a fines de este año en el Palacio Real de Madrid. El autor de más de 20 libros de poemas recibió en París la noticia del fallo, que reconoce toda una trayectoria. Lo hizo, dijo, “muy honrado por quien lo otorga, por el jurado y por todos los que lo han recibido antes”. Su voz al otro lado del teléfono suena serena, pausada y un tanto quebrada por la ronquera de la experiencia. Juan Gelman, poeta necesario y radical, estaba encantado de que el jurado del premio –compuesto por 17 personas– hubiese decidido ayer “gelmanear”, una palabra que lleva bien metabolizada pero que no sabe definir: “Prefiero que lo hagan otros; usted mismo, ¿qué cree que es el gelmaneo?”, pregunta el poeta y periodista, torciendo el rumbo de uno de los géneros del oficio, como es la entrevista. “¿Quizá jugar, ironizar con lo que se cuenta sin quitarles gravedad a las cosas?”, se le ocurre a uno repreguntar. “Exactamente eso creo que es”, responde.
Pero la obra de Juan Gelman es tan rica, tan concienzuda, tan útil contra el escepticismo de los durmientes, que fascina y sirve de puente a los hijos de un idioma junto al que Gelman ha librado batallas sangrientas: “La poesía es una lucha constante con la palabra, con los interrogantes, su vivencia es complicada”, afirma. Una batalla individual que debe hacerse por medio de uno mismo, en esa condena a las prisiones que le tiene reservada al urdidor de versos la soledad. “Nunca me ha preocupado lo que opinen otros cuando me siento a este lado de la mesa. Lo que más siente uno al enfrentarse a su obra es insatisfacción y no dejás de preguntarte cómo diablos has podido escribir algunas cosas”, asegura.
Ha retroalimentado la poesía con el periodismo y al revés. “Una cosa sirve para animarse a escribir la otra. La poesía sirve de inspiración para el periodismo, pero no es algo que les enseñen mucho a los jóvenes en las universidades”, se queja. Gelman ha experimentado la desaparición de parte de su familia en la represión de la perra dictadura argentina de los ’70. Son heridas que ayudan a curar decisiones como la condena por parte de la Justicia española al torturador Adolfo Scilingo tras un juicio en la Audiencia Nacional: “Es un ejemplo y sienta un precedente para juzgar a criminales en terceros países. Claro que sirve para curar heridas, porque se olvida de verdad cuando la justicia llega”, afirma el escritor.
* De El País. Especial para Página/12.

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar|República Argentina|Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.