“Por desvalida que se encontrara la Junta en punto á organización, armas y dinero, parecía aún más desprovista de experiencia política. Desconocida en Córdoba, rechazada en el Paraguay, resistida en Montevideo y atacada por el extremo norte; viviendo al día, de donaciones patrióticas y requisiciones, tenía que improvisarlo todo, desde sus Generales sacados del bufete, hasta sus estadistas, salidos algunos de un claustro provincial. Sin plan deliberado ni, á tenerlo, recursos aparentes para cumplirlo; igualmente destituida de ascendiente en las provincias y de prestigio exterior; con el enemigo en la frontera abierta, la asonada en la calle y la anarquía en sus propias entrañas, entonces, esa Junta inexperta encontró tiempo para decretar y realizar la erección de una biblioteca pública.”
Fragmento de Historia de la Biblioteca Nacional, de Paul Grou-
ssac, publicado en 1893.
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