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Independiente recuperó por un rato la memoria y en 17 minutos le hizo tres goles a Olimpo y liquidó el juego. Germán Denis, dos veces, y Daniel Montenegro le dieron los tres puntos al equipo de Miguel Angel Santoro, que hace una semana parecía en la ruina y hoy, con esta victoria, queda en las puertas de la Copa Sudamericana y espera de buen humor la presentación de Borghi. Olimpo, en cambio, que sólo pudo descontar sobre el final con un cabezazo del uruguayo Josemir Lujambio, sumó un empujón más y cada vez está más comprometido en el descenso directo.
Definitivamente, la presencia del colombiano Freddy Grisales le hace bien a Montenegro. Le saca, o por lo menos comparte, el rol protagónico, la responsabilidad de ser el líder futbolístico. Con el colombiano en cancha, Rolfi se suelta y aparece tanto atrás, en la gestación del juego, como arriba, en la definición. Además, con el ex Colón en cancha, el conjunto de Avellaneda tiene una chance más de que uno de sus hombres distintos abra el partido. Y eso fue lo que ocurrió entre un equipo y otro: las individualidades de Independiente eran mucho más que la suma de voluntades y la idea de conjunto de Olimpo. Tan simple y cruel como eso: en la primera clara que tuvo Denis la mandó a guardar con un zurdazo cruzado ante la salida de Ramírez; en la primera que tuvo Olimpo primero falló Lujambio y después Pinto sacó un remate mordido que terminó despejando Guillermo Rodríguez.
El equipo de Saporiti está cada vez más asfixiado con el promedio y todo le cuesta el doble. Cuando Matute Morales juega, juega Olimpo. Si no, el conjunto bahiense es puro pelotazo. Araujo sube por la derecha y manda el bochazo en diagonal; Saavedra va por el otro lado y tira el centro. Así, depende demasiado de la puntería de los lanzadores o del error de los defensores rivales, que ayer estuvieron firmes.
Independiente, en cambio, tuvo algo de lo que le faltó en los últimos partidos: paciencia. Y a eso le sumó precisión para saber cuándo atacar a una defensa absolutamente permeable como la de Olimpo. A la salida de un lateral de Moreira, Montenegro, entrando al área por derecha, metió un puntazo para el 2-0. Enseguida, Denis, otra vez, puso el tercero con una gambeta a Ramírez y un toque al arco vacío. Iban 37 minutos pero ya no había más partido. Con el ingreso de Olivi, Olimpo mejoró pero siguió sin ideas en los últimos metros. Estuvo varias veces al borde de la goleada aunque, en el final, llegó el descuento con un cabezazo de Lujambio que sólo sirvió para decorar un partido que había terminado hacía rato.
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