Página/12 :: Deportes :: A Dunga lo acorrala el lobby

Desde Río de Janeiro

Cuando faltan seis semanas para el inicio de los Juegos de Beijing, en los que Brasil buscará la inédita medalla de oro en fútbol, el técnico Dunga ve desgastarse su poder ante el “lobby” de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) por la convocatoria de Ronaldinho.

“No sólo yo, sino todo el Brasil, quiere a Ronaldinho de regreso. Es un jugador que tiene la posibilidad de realizar unos grandísimos Juegos Olímpicos. A los aficionados les pido que apoyen a Ronaldinho, porque él es muy importante para la selección brasileña”, afirmó el presidente de la entidad, Ricardo Teixeira.

Las declaraciones del dirigente representan un duro golpe para Dunga, ya que llamar a Ronaldinho ahora significaría violar uno de los criterios básicos que a lo largo de los últimos dos años orientaron la elaboración de la nómina de convocados: que los jugadores llamados para la selección nacional estén actuando en buen nivel en sus clubes. Sin embargo, tras la derrota por 2-0 ante Paraguay y el empate sin tantos con Argentina que dejaron a Brasil en la quinta posición de las Eliminatorias, el técnico ha perdido prestigio y poder a los ojos de la CBF.

Durante el partido del miércoles con Argentina en Belo Horizonte, Teixeira sostuvo una larga charla privada con Ronaldinho en el estadio Mineirao. A la salida, el delantero no dejó dudas sobre el tenor de la charla: “Extraño a la selección y quiero volver cuanto antes. Ya estoy recuperadísimo (de la lesión en el muslo derecho que lo alejó de las canchas en marzo) y sólo me falta llegar a un 100 por ciento físicamente. Sin dudas quiero disputar los Juegos Olímpicos”.

Menos de 24 horas después, la frase dicha por Teixeira a la misma TV Globo dejó en claro que la aspiración de Ronaldinho tiene claro respaldo de la CBF. Según la prensa local, la interferencia pública de Teixeira se debe a que el dirigente está molesto por la mala campaña de Brasil en las Eliminatorias, y considera que es hora de poner un freno al proceso de “renovación” iniciado por Dunga en julio de 2006, por exigencia de la propia entidad. A eso se suman las dificultades enfrentadas por el técnico para lograr la liberación de estrellas brasileñas mayores de 23 años para integrar la selección olímpica en los Juegos de Beijing. Hasta ahora, sólo el delantero Robinho, del Real Madrid, está confirmado en el grupo. El diario O Globo aseguró ayer que Teixeira obligó a Dunga a aceptar su propuesta de comandar un programa de recuperación física para Ronaldinho, quien sufrió una lesión en marzo, acumula unos kilos más que su peso ideal y no actúa por la selección brasileña desde noviembre del año pasado. El técnico no comentó de inmediato esas informaciones ni tampoco Ronaldinho, quien después de las declaraciones del miércoles, regresó a su ciudad natal, Porto Alegre, y no volvió a hablar con la prensa. Una fuente allegada al jugador dijo a la agencia DPA que Ronaldinho no tiene nada que agregar a su manifestación anterior. “Su posición es la misma expresada antes del comentario de Ricardo Teixeira. El va a trabajar para estar en Beijing y ayudar a la selección brasileña a conquistar la medalla de oro.”

El entrenador de Brasil, cada vez con menos poder

A Dunga lo acorrala el lobby

Ronaldinho afirmó que quiere estar en los Juegos Olímpicos y el presidente de la Confederación Brasileña, Ricardo Teixeira, hizo público su apoyo, lo que se contrapone con los intereses del técnico que, si lo cita ahora, violará todos sus principios.