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Deportes|Miércoles, 25 de junio de 2008
Palacio y Cía, el éxodo en el equipo de la Ribera

Salen en aviones desde La Boca

Por Facundo Martínez
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Con los puntos obtenidos entre el torneo Apertura y el Clausura ’07, Boca terminó la temporada 2007/08 como el mejor equipo argentino, aunque no pudo lograr ningún título. Con la vuelta de Juan Román Riquelme, en diciembre pasado, todas las esperanzas se depositaron en la obtención de la Copa Libertadores de este año, pero el equipo de Carlos Ischia no pudo frente a Fluminense en las semifinales y, tras haber descuidado el Clausura, terminó con las manos vacías. Para colmo, aquel equipo que dejó una muy buena imagen futbolística comenzará a desarmarse durante estas vacaciones de invierno. El éxodo será importante.

Son varios los jugadores que ya se ven afuera de Boca. Rodrigo Palacio, figura extraordinaria del plantel, ya piensa en su futuro en Italia. Lazio ofertó 18 millones de dólares por su pase y, aunque Boca pretende 20, las negociaciones están encaminadas. Pero en las últimas horas se sumó el interés de Napoli por el delantero y habrá que ver finalmente cuál es el destino definitivo. Nadie imagina un futuro con él en el equipo, mucho menos el cuerpo técnico. En principio, Boca pretende suplir su ausencia con jugadores del club. El principal candidato para reemplazarlo es Lucas Castromán, que llegó a Boca el semestre pasado en muy mal estado físico y sufrió varias lesiones que no le permitieron tener continuidad. El ex jugador de Vélez tenía ya un pie afuera del club, pero decidió hablar con el presidente Pedro Pompilio para pedirle una nueva oportunidad y éste lo tendría en cuenta para ocupar esa posición.

También se habla del interés de Boca por la compra de un jugador juvenil de la Primera B Nacional, Diego Nadaya, goleador de Instituto de Córdoba. En estos días podría haber novedades al respecto. El representante del delantero, que integra el seleccionado Sub-20 y lleva marcados seis goles en Primera, admitió quizá como estrategia de negociación el interés de un club brasileño, que sería Corinthians o Botafogo, por el pase, y desde hace unos meses se supo del interés de Vélez y hasta de Estudiantes.

Que Boca apunte a la compra de un proyecto de jugador no es novedad. Es la estrategia que el club de la Ribera viene utilizando desde los tiempos de Mauricio Macri: comprar barato, revalorizar y vender caro al exterior. El club habría ofrecido 500 mil dólares por el 60 por ciento del pase de Nadaya, ahora se dice que habría estirado su oferta, pero lo cierto es que ya se está negociando su adquisición.

Si bien Nadaya es el único nombre concreto, se sabe que Boca sale al mercado en los últimos días para no sufrir con las especulaciones. El club también está detrás de un arquero, ya que decidió no renovarle el préstamo a Pablo Migliore y Mauricio Caranta ya no asoma como titular indiscutido. Si bien la idea de los dirigentes es que el juvenil Javier García ocupe el lugar de Migliore, la búsqueda se orienta hacia un arquero de jerarquía, que pueda bancarse la titularidad. Se habló del regreso de Roberto Abbondanzieri y suena Cristian Luchetti, arquero de Banfield.

Otro que tiene un pie afuera es el paraguayo Claudio Morel Rodríguez, tras cuatro años en el club. Se habla de una oferta del Getafe, de España, y del interés del América de México, que acaba de contratar al entrenador Ramón Díaz, que estaría interesado en Morel. No preocupa tanto su partida, ya que la aparición de Fabián Monzón como marcador izquierdo conforma tanto a la dirigencia como al cuerpo técnico. Además, Boca pretende cerca de 4 millones de dólares por su pase y el que más cerca estaría es el club mexicano.

A Ledesma lo tienta una oferta del Catania, de Italia, pero aún no hay nada firme. La aparición del juvenil Chávez y la continuidad del colombiano Vargas lo marginaron de la titularidad de que supo gozar. Una situación peor atraviesa Nery Cardozo, que luego de cinco años y medio en el club admitió que su ciclo está terminado, porque ya no cuenta con continuidad y ha perdido confianza. Boca le busca club, al igual que a Leandro Gracián, otro que dilapidó todas sus oportunidades. El caso paradigmático es el de Ibarra, que jugó muy poco el último semestre. Su situación quedará resuelta en los próximos días.

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