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Más favorita que Brasil: muy poco tiempo atrás, si a España le decían que su selección de fútbol comenzaría un torneo oficial llevando ese cartel, muchos se hubieran negado a creerlo. Pero es así. España no conoce la derrota desde noviembre de 2006, lleva 32 partidos invicta, lidera el ranking mundial de la FIFA y abrirá hoy ante Nueva Zelanda su primera participación en la Copa Confederaciones con la confianza en las nubes.

“España es la favorita, sin lugar a dudas. Es la selección que está jugando mejor, ganó la Eurocopa, está en un gran nivel”, cree Dunga, entrenador de Brasil, cinco veces campeón mundial. Iker Casillas, capitán del equipo campeón hace un año en la Eurocopa –el primer título español en 44 años–, recogió el guante con una sonrisa. “Tiene que ser motivo de orgullo que Brasil, pentacampeón del mundo, ganador de tantas Copas América y de naciones, hable así. España está comenzando a saborear los triunfos”, añadió el arquero, que pidió no confiarse.

A diferencia del equipo de Dunga, objetivo de críticas cíclicas por parte de sus aficionados, España tiene desde hace tiempo enamorada a sus hinchas y a buena parte del mundo gracias a su fútbol de toque y veloz circulación de la pelota. Y todo indica que no queda ni rastro de los antiguos complejos. “Estamos aquí para ganar”, aseguró Fernando Torres, el gran ídolo de los su-dafricanos, que lo conocen por los partidos de la Liga inglesa.

“Este torneo es importante. Y es importante empezar bien”, enfatizó Xabi Alonso, que coincide con el resto de sus compañeros en no subestimar al rival de hoy en el estadio Royal Bafokeng de Rustenburgo. Nueva Zelanda llegó al torneo no sólo como campeona de Oceanía, sino tildada también como la selección más débil. Pero los hombres de Ricki Herbert perdieron el miércoles 43 ante la tetracampeona mundial Italia, un amistoso en el que estuvieron tres veces en ventaja. Y desde esa noche sueñan, aunque los azzurri fueran en su mayoría un equipo de suplentes. “Alcanzar las semifinales es ahora algo realista”, dijo Herbert.

Los antecedentes relativizan su entusiasmo, ya que en la Copa Confederaciones 2003 ,los oceánicos se llevaron tres derrotas, once goles en contra y sólo uno a favor. Seis años después sueñan con que la historia sea diferente. “Para nada los subestimamos, contra Italia hicieron un gran partido y hay que tomarlos en cuenta”, aseguró el mediocampista David Silva. Vicente Del Bosque, seleccionador español, coincide. Nueva Zelanda, dice, “tiene una organización defensiva buena” y en ataque “muy buen nivel”. “Aquellos que no tienen respeto sobre el contrario normalmente lo pagan.”

Muy extraña y mala tendría que ser la noche de España para que Nueva Zelanda arrancara algo más que una derrota digna. España goleó 60 el martes a Azerbaiyán con tres goles de David Villa, otra vez en llamas como en la Eurocopa 2008, y los 23 jugadores –16 de ellos campeones en la Eurocopa– están en perfecta forma física. Tras el escollo de Nueva Zelanda llegarán Irak, el miércoles en Bloemfontain, y el anfitrión Sudáfrica, el sábado en la misma ciudad.

Si España gana su grupo, como se espera, la semifinal la medirá probablemente con Italia o Brasil, los dos favoritos del Grupo B que completan Estados Unidos y Egipto. Una semifinal con Brasil, suponiendo que España haya ganado sus tres partidos anteriores, le permitiría a la “roja” quebrar el récord ante el actual dueño, ya que Brasil sumó 35 partidos sin perder entre 1993 y 1996. Pero para eso falta aún, dice Silva. “Vamos paso a paso, y lo primero es el partido de hoy.”

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