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Estudiantes cumplió el trámite que tenía que hacer para meterse en la semifinal de la Copa Libertadores. En un partido que se resolvió antes del primer cuarto de hora, el conjunto de Sabella se impuso 1-0 a Defensor con un gol de Leandro Benítez y ya tiene la cabeza puesta en Nacional, a quien recibirá la semana que viene.
A pesar de la ventaja que traía desde Montevideo, Estudiantes tenía la premisa de no confiarse para evitar que le sucediera lo que le había pasado a Boca. Por eso, desde el arranque se plantó con la idea de arrinconar a Defensor contra su arquero, para no dejar reaccionar a un rival que se propuso esperar a que el partido transcurriera y ver si ese trámite le permitía tener una ocasión para convertir.
Y esa intención del conjunto de Sabella tuvo un rápido premio, ya que en su primera aproximación seria se encontró con la ventaja. Enzo Pérez desbordó por la derecha y envió un centro al segundo palo que Pintos rechazó muy mal, dejándole la pelota servida a Benítez. Por más que le cayó para la pierna derecha, el volante platense no tuvo inconvenientes para vencer a Silva con un remate cruzado.
El gol sirvió para tranquilizar a Estudiantes, que siguió mandando con claridad en el desarrollo, aunque ya no necesitó acelerar el trámite. Entonces, el juego se transformó en monótono, con el conjunto local manejando los tiempos ante un adversario que exponía sus limitaciones. Por eso, casi sin forzar la máquina, Estudiantes pudo aumentar la diferencia con una entrada de Díaz, una apilada de Boselli –los dos remataron con comba buscando el segundo palo– y un tiro de Salgueiro, que pegó en el palo. Claro que tan cómodo parecía todo que Estudiantes sufrió un par de desconcentraciones, que casi le cuestan el empate. Primero, Andújar salió en falso ante Vera y obligó a Cellay a salvar sobre la línea. Y luego, Desábato falló al rechazar y le dejó la pelota muerta a Vera, que sacó una volea que motivó una buena respuesta de Andújar.
A esa altura, era claro que el pasaje estaba definido. Y los dos equipos parecieron asumirlo. Estudiantes, porque se dedicó a que pasara el tiempo, sin intentar convertir un segundo gol. Y los uruguayos, ya que se dieron cuenta de que no tenían las armas suficientes para inquietar a los locales. Entonces, con esa tónica se fueron consumiendo los minutos hasta que Estudiantes por fin pudo celebrar su clasificación y ponerse a pensar en Nacional.
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