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“A pesar de que ya había archivado completamente el capítulo de la Fórmula 1 hace tiempo, también es cierto que por razones de lealtad al equipo no puedo ignorar esta situación de-safortunada. Como competidor que soy, me entusiasma este nuevo desafío.” Con estas palabras, el alemán Michael Schumacher confirmó que se preparará para reemplazar, a los 40 años, a Felipe Massa en la escuadra Ferrari a partir del próximo Grand Prix de Europa, en Valencia, y probablemente en las siete carreras que restan para terminar el Mundial 2009. Todo dependerá de un programa de preparación física intensiva al que se someterá Schumacher, que no corre desde octubre de 2006 y no conduce un coche de F-1 desde hace año y medio. El regreso del máximo ganador de títulos en la historia de la categoría reavivó enormemente el interés y eclipsó el asombroso anuncio del retiro de BMW de la Fórmula 1.
Ferrari y Schumacher confirmaron la noticia al unísono en sus respectivas páginas web. “Hoy (por ayer) a la tarde hablé con Stefano Domenicali y Luca di Montezemolo y entre todos decidimos que me vaya preparando para reemplazar a Felipe”, explicó el alemán. El director deportivo de la escuadra y el presidente de Ferrari se habían reunido el martes para dialogar sobre el futuro reemplazo de Massa y allí decidieron ofrecerle el puesto al ex piloto, que tiene contrato como asesor de la casa de Maranello hasta fin de año.
Pero pese al entusiasmo de los hinchas y de los medios italianos que presionaron desde sus páginas por la reaparición del ídolo, las señales de su entorno hacían pensar que Schumacher no retornaría a las pistas después de casi tres años de inactividad. El martes, su manager Willi Weber había asegurado tajantemente que “quien quiera que vaya a sentarse en esa Ferrari en Valencia no será Michael. No estoy ciento por ciento seguro, ¡sino 200 por ciento seguro!”, explicando que “cuando corría, Michael quería acercarse a la perfección tanto como le fuera posible, pero esto no se trata de perfección sino de azar y ése no es su estilo”.
La portavoz de Schumacher, Sabine Kehm había sido enfática el martes, un día antes de la confirmación. “Normalmente, diría que no está interesado porque está feliz con la vida actual que lleva y no extraña las competencias”, sostuvo. Ayer por la mañana, el propio zar de la F-1, Bernie Ecclestone, había afirmado que descreía del retorno. “Cuando corría estaba en súper estado físico; volver a tener esa condición y, además, que regrese sin poder hacer ningún ensayo sobre el auto, es pedirle demasiado.”
La reglamentación actual de la Fórmula 1 prohíbe las pruebas entre una carrera y otra; eso es lo que le impidió al joven debutante español Jaime Alguersuari, de 19 años, sumar kilómetros antes de su inesperado debut en el pasado GP de Hungría, la misma carrera en la que se accidentó Ma-ssa. Schumacher tendrá que correr en Valencia, si es que logra ponerse en estado, sin haber podido manejar nunca la F60 que Ferrari construyó para este mundial, aunque sí podrá tener muchas horas de práctica en el simulador de la fábrica.
Diez días atrás, Schumacher había confiado a la revista alemana Bunte que se sentía apto para regresar. “Desde el punto de vista mental y también en lo físico, puedo decir que me siento como para poder volver a correr por el triunfo.” Pero en febrero se cayó de una moto, se lesionó la nuca y estuvo varias semanas sin poder practicar deportes.
Después de un comienzo excesivamente desalentador, las F60 mejoraron en las últimas carreras: Massa fue tercero en Alemania y el finlandés Kimi Raikkonen terminó segundo en Hungría. Schumacher cuenta con esa ventaja, la de subirse a un auto que viene superándose, y con el prospecto de correr en pistas que favorecen al auto italiano, uno de los pocos que quedan en el Mundial 2009 equipado con el sistema Kers de recuperación de energía cinética, un dispositivo que, por ejemplo, favoreció la victoria de McLaren y el campeón del mundo Lewis Hamilton en Hungría, y que podría ser muy útil para un piloto que regresa a correr. La última vez que Schumacher manejó un coche de Fórmula 1 fue en abril de 2008, cuando probó en Barcelona la Ferrari F2008, el auto que Felipe Massa llevó al subcampeonato.
Será también la primera ocasión en la que Schumacher comparta equipo con Raikkonen, contratado por la Scuderia para reemplazarlo en 2007, el año en que hizo olvidar al alemán ganando el título mundial en la última carrera. Hay dudas sobre la continuidad del finlandés en la F-1 y su reemplazo por el español Fernando Alonso.
La reunión de Schumacher con los jerarcas de Ferrari se produjo en la misma fábrica de Maranello, en la que el ex piloto había instalado, en sus mejores épocas, su propio gimnasio en lo que había sido el despacho de Enzo Ferrari hasta su muerte, en 1988. Luego de ese encuentro comenzó a delinear el programa de preparación física que comenzará a realizar hoy.
El médico personal de Massa, el brasileño Dino Altmann, afirmó que su paciente “podrá volver a correr”, ya que el trauma que sufrió no es tan grave como pensó en un primer momento y que la condición física del paulista mejora a mayor velocidad de lo esperado.
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