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Vélez no se conforma. Con una actuación que fue creciendo con el correr de los minutos y que le permitió justificar la ventaja bastante después de haberla conseguido, el actual campeón se impuso 3-1 a Arsenal, que jugó una buena primera mitad, pero que fue claramente superado en la segunda. Con esta victoria, el equipo de Ricardo Gareca sigue en el grupo de líderes, con el puntaje ideal.
Vélez se vio sorprendido en el arranque. Arsenal planteó un desarrollo audaz, con mucha gente en campo rival y con un prolijo manejo de pelota. Con esas armas, el conjunto de Jorge Burruchaga se hizo dominador del encuentro. Incluso, pudo ponerse en ventaja cuando Galván venció a Montoya con un cabezazo, pero el juez de línea Gilberto Taddeo levantó equivocadamente la banderita y el juego siguió igualado.
Recién pasados los 20 minutos iniciales Vélez pudo empezar a tomarle la vuelta al partido. Para ello, mucho tuvo que ver la apertura del marcador conseguida por Otamendi, que aprovechó un rebote que dio Campestrini ante un cabezazo de Rodrigo López. A partir de ese momento el juego se equilibró, pero Vélez ya tenía la tranquilidad del marcador. Arsenal mantuvo su orden y su idea primaria, aunque a esa altura necesitaba un poco más de profundidad.
Ya en la segunda parte, el conjunto de Sarandí intentó adelantarse en busca del empate. Sin embargo, esa estrategia permitió que Vélez terminara de adueñarse del desarrollo, primero sacando provecho de los espacios que dejaba la defensa rival y luego tomando el control de la pelota. También tuvo que ver el segundo tanto, que significó un golpe durísimo para Arsenal. Moralez desbordó por derecha, la pelota quedó picando en el punto del penal y López definió con jerarquía al palo derecho del arquero.
Cuando Cristian Alvarez convirtió el descuento gracias a un penal que Maglio compró por una inexistente falta de Domínguez a Jara, parecía que Arsenal podía meterse de nuevo en el juego. Sin embargo, Vélez no perdió su tranquilidad y manejó la situación con mucha serenidad y categoría. Por eso no pasó sobresaltos y liquidó el juego con una notable maniobra colectiva que Moralez definió con un toque suave ante la salida de Campestrini, luego de una gran habilitación de Cubero.
De ahí en adelante, Vélez se dedicó a esperar el cierre. Con jerarquía sacó adelante un partido que se había complicado más de lo previsto. Por eso, la victoria sirvió para ratificar su excelente momento y para saber que el equipo de Gareca será un candidato muy difícil de bajar.
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