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El Brawn BGP001 con el que Jenson Button se consagró campeón mundial de Fórmula 1 fue un auto rápido desde el primer momento en que salió de los boxes. Entonces, tenía un secreto que sólo otros dos equipos compartían, uno de ellos porque alguna gente dejó Brawn para ir allí. Un doble difusor desarrollado en conjunto por el ex técnico en aerodinamia del equipo Super Aguri, Ben Wood, y sus cráneos, y un equipo de la Honda en Tokio.
La mayoría de los autos de Fórmula 1 son como bebés. Tienen un período de gestación de nueve meses. Pero el trabajo empezó en lo que sería el Brawn BGP001 –el auto que ganaría sus dos primeras carreras, seis de las primeras siete y ocho en total en una temporada en la cual el equipo conquistó la Copa de Constructores– a comienzos de 2008, mucho antes de que Honda pensara siquiera en dejar la Fórmula 1.
Las reglas técnicas de 2009 supusieron cambios masivos. Volvieron las gomas slick, se redujo la fuerza aerodinámica, se permitió el uso opcional de sistemas de recuperación de energía cinética (Kers) que les daban a los pilotos una potencia adicional de 80 HP durante 6,6 segundos por vuelta y fueron pensados para darle a la categoría una imagen más “verde”.
Pero quizás el cambio más crucial fue la prohibición completa de pruebas una vez que la temporada dio comienzo, para ahorrar dinero. Repentinamente, no se podía desperdiciar dinero y tiempo probando el auto en la pista hasta que se hiciera de noche para ponerlo a punto. Los equipos debieron arreglárselas con lo que tenían y sólo podían hacer simulaciones de nuevos componentes.
Muy pronto todos tuvieron dobles difusores, e inevitablemente otros, notablemente RedBull, pero también Ferrari y McLaren, progresaron. Los dos equipos más famosos habían invertido un enorme esfuerzo en su pelea por el título en 2008 y pronto descubrieron que sus modelos 2009 eran deplorables en el aspecto aerodinámico comparados con el Brawn y el RedBull, y necesitaban el Kers que ninguno de sus rivales creían útil simplemente para tratar de mantenerse en contacto.
Así que ¿por qué Jenson Button es campeón del mundo? Parte de ello se debe a la fortuna, eso de estar en el momento justo en el tiempo indicado. En eso su logro se compara con el de James Hunt en 1976, Mario Andretti en 1978 y Damon Hill en 1996. Eso es, después de todo, parte del arte de triunfar. Pero como aquellos tres, Button hizo mucho para asegurarse estar en el lugar justo. Aceptó un recorte de salario de un 80 por ciento sólo para manejar un auto al que le tenía fe aun cuando el panorama era incierto en el receso.
Ciertamente, una gran cuota de responsabilidad le cabe a esa seis victorias en las siete primeras carreras del año, cuando dio lo mejor de lo que tenía y fue majestuoso. Se mantuvo fuera de los problemas y evitó los costosos errores que su rival Sebastian Vettel cometió en Melbourne y en Mónaco. Y aunque Button se debilitó en la última mitad mientras su compañero Rubens Barrichello comenzó a extraer más rendimiento de su auto y RedBull arrasó, mantuvo la compostura y produjo una actuación de campeón justo cuando más la precisaba.
“Jenson es un piloto fantástico”, dice el dueño del equipo, Ross Brawn. “Sabía lo que tenía que hacer y lo hizo y por eso es un justo campeón. Rubens hizo una fantástica contribución al equipo, sin la cual no podríamos haber ganado el título de constructores. El espíritu con el cual nuestros dos pilotos pelearon el título me pone orgulloso. Y el trabajo y la dedicación que el equipo mostró durante el receso y a lo largo de la temporada ha sido sensacional.” También lo fueron los resultados durante las 16 Grand Prix, y ésa es la razón por la cual Jenson Button sucede merecidamente a Lewis Hamilton.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Pablo Vignone.
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