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Deportes|Jueves, 21 de enero de 2010
El personaje deportivo del momento en Inglaterra

Aún duelen los goles de Tevez

El Manchester United, su ex club, todavía siente el golpe: pueden suspenderle a su capitán Gary Neville por el gesto que le hizo al argentino y se reveló que la deuda del consorcio superó los 1100 millones de dólares.

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Carlos Tevez tuvo su día de gloria, pero el miércoles próximo tendrá un desafío mayor.

Los dos goles de Carlos Tevez contra su ex club, el Manchester United, en la victoria 2-1 del Manchester City en la primera semifinal de la Carling Cup inglesa, siguieron golpeando ayer como cachetazos repetidos al equipo de Alex Ferguson. Y el hombre en medio de la tormenta es Gary Neville. Aunque ése no es el problema más grave del equipo rojo, uno de los más fuertes del mundo: su deuda de 1170 millones de dólares.

Después de su primer gol, Tevez corrió en dirección de Neville, que estaba calentando al borde del campo y le habló. El dedo medio del capitán del United se elevó en dirección al argentino, un gesto que fue capturado por los fotógrafos. “Tras jugar dos años en Old Trafford y ganar dos títulos de Liga y la Carling Cup, Carlos sintió que era totalmente innecesario que el capitán del Manchester United (Neville) dijera antes del partido que él (Tevez) no valía 25 millones de libras”, cita la página web inglesa “Soccernet” a una fuente “cercana” al jugador argentino.

Es que Tevez celebró el gol haciendo con la mano inequívocos gestos aconsejando cerrar la boca, referidos a las declaraciones de Neville. “Carlos sentía que Neville debió haberse comportado adecuada y profesionalmente, en vez de lanzar comentarios provocativos antes del partido”, añadió la fuente.

Quizás el delantero de la Selección Argentina pecó de optimista: sus gestos ampulosos se produjeron antes de que el partido terminara, y el resultado final bien pudo ser distinto, con el United apretando al City contra el arco de Shay Given –transformado en figura– en los últimos minutos del partido.

El miércoles que viene se definirá el segundo finalista de la Carling Cup (Aston Villa es el primero, tras vencer ayer 6-4 a Blackburn Rovers) en el partido de vuelta, en Old Trafford, y el equipo de Ferguson podría tomar la ocasión como una oportunidad para cobrarse deudas. Al menos, una de honor. Aunque Neville podría estar ausente del encuentro decisivo. El gesto grosero podría costarle una sanción por parte de la Federación Inglesa de Fútbol (FA), señalaron medios británicos.

“Lo importante es que ganemos el partido de vuelta en Old Trafford”, dijo Ferguson, que no quiso involucrarse en la polémica. “Olviden el resultado. Ganemos el partido en casa y luego tenemos una gran oportunidad en la final”, añadió. “Algunos jugadores se fueron del club y luego marcaron goles contra nosotros. Yo estoy contento con los jugadores que tengo”, describió lacónico.

A Ferguson le reprochan la contratación del búlgaro Dimitar Berbatov, cuyo pase costó más caro que el del argentino. Pero la operación se completó antes de que los problemas económicos graves comenzaran a sacudir al United del multimillonario Malcolm Glazer. La negativa de Ferguson a contratarlo pudo haber estado relacionada con esa difícil situación, y sus declaraciones despectivas sobre el valor de Tevez podrían haber sido una tapadera para conformar a los fanáticos del club, que pedían a gritos la contratación del argentino.

Ayer se supo que la Red Football Joint Venture, el holding que posee al Manchester United y que pertenece a la familia Glazer, acumula una deuda de 716,5 millones de libras esterlinas, 1170 millones de dólares. La deuda se produjo porque Glazer extrajo de las arcas del club el dinero para pagar la adquisición. La semana pasada el club anunció que lanzaría una suscripción de obligaciones de 500 millones de euros para refinanciar su deuda y que iba a vender su centro de entrenamiento. Pese a ello, el Manchester United registró beneficios de unos 7 millones de euros anuales, una notable mejoría con respecto a las pérdidas de más de 54 millones de euros registradas a finales de la temporada 2007-2008. La razón es una sola: los 93 millones de euros que el Real Madrid pagó por el pase del portugués Cristiano Ronaldo.

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