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Deportes|Viernes, 29 de enero de 2010
FUTBOL > ARRANCA EL CLAUSURA 2010, UN TORNEO RELAMPAGO, SIN FAVORITOS Y UN INGREDIENTE PARTICULAR

Los grandes lo juegan en exclusiva

Ninguno participa en la Copa Libertadores, con lo que se dedicarán de lleno al certamen local, que termina antes del Mundial, y tendrán menos excusas si las campañas no son buenas. En River hay entusiasmo, Boca genera incertidumbre.

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Los últimos resultados y la aparición de figuras juveniles entonaron a River, que sigue confiando en Ortega.

Con seis protagonistas con la cabeza en la Copa Libertadores, pero entre ellos ninguno de los cinco grandes, esta tarde arrancará el Torneo Clausura 2010 con los encuentros Godoy Cruz-Gimnasia y Estudiantes-Arsenal. A diferencia de los últimos años, ningún equipo asoma como favorito, ya sea por los compromisos que debe asumir, por el momento futbolístico o por las presiones que deberá soportar. La sensación es que en un torneo casi relámpago, que a mediados de mayo llegará a su fin, un conjunto que consiga una buena racha y se anime se convertirá en firme candidato. Además, el torneo tendrá como atractivo extra que definirá los dos descensos y las dos promociones.

El Clausura 2010 tendrá una particularidad, que cambia las expectativas para el primer del semestre. Después de 18 años tendrá con dedicación exclusiva a Boca y River al mismo tiempo, algo que no ocurría desde la edición de 1992, cuando San Lorenzo y Newell’s fueron los representantes argentinos en la Libertadores. Y vaya casualidad, esa temporada resultó la ocasión más cercana para que un club argentino consiguiera el doblete: el Newell’s de Marcelo Bielsa obtuvo el torneo local y cayó por penales ante San Pablo en la final de la Copa Libertadores. Desde ese momento, la búsqueda del torneo continental llevó a que los diferentes candidatos terminaran resignando el torneo doméstico. E incluso, en varias ocasiones, el título local terminó siendo un premio consuelo ante la imposibilidad de celebrar en la Libertadores.

Con Estudiantes, Vélez, Banfield y Lanús, cuatro de los equipos de rendimiento más acentuado en los últimos tiempos, ya con la cabeza en la fase de grupos de la Copa, y con Colón y Newell’s metidos en el repechaje, los mejores exponentes de los campeonatos anteriores tendrán una distracción que le puede quitar posibilidades. Tanto en Vélez como Estudiantes ya está claro y se hizo público que la participación en la Copa será prioridad. Y para los dos rivales del sur del Gran Buenos Aires, superada la asignatura del título local, la Libertadores aparece como un botín muy tentador. Por eso, los clubes grandes cuentan con esa pequeña ventaja para recuperar el protagonismo. Claro que para Boca, River, San Lorenzo, Racing e Independiente la incógnita pasa por su rendimiento futbolístico, ya que ninguno de los cinco garantiza confiabilidad, al menos en el inicio del campeonato.

La mayor incertidumbre la genera Boca, que por sus últimas actuaciones ni debería ilusionarse. Pero los nombres de su plantel, la tardía llegada de los refuerzos y la descompresión que significaron las salidas de Alfio Basile y Carlos Bianchi obliga a no descartarlo de entrada. River parece un caso opuesto. El cambio dirigencial modificó la atmósfera en el club y las victorias ante Boca, con los jóvenes como bandera, permiten mirar el futuro con más optimismo. Sin embargo, el plantel es casi el mismo que deambuló en la tabla en los últimos tres torneos, sin Diego Buonanotte y con cuatro refuerzos que son más apuestas que realidades.

Para San Lorenzo, el torneo es una excelente oportunidad para definirse como equipo. Hasta ahora, con Diego Simeone como entrenador, osciló entre un rival peligroso y un conjunto sin demasiadas aspiraciones. Para los dos equipos de Avellaneda, el Clausura los encuentra con más ilusiones que en certámenes anteriores. Independiente se basa en el aceptable Apertura que disputó, la chance de ser local en su nueva cancha durante todo el torneo y en la idea que les fue inculcando Américo Gallego a sus jugadores. Y por el lado de Racing, el buen verano que completó, más los refuerzos que se sumaron al plantel de Claudio Vivas, provocaron que el estreno tenga una gran expectativa, con objetivos superiores a lo que se planteaban a principio de temporada. Claro que su comprometida posición en la tabla de los promedios, con la promoción acechando, puede quitarle serenidad y erosionar sus posibilidades.

Ante ese panorama, para el resto de los equipos se abre una llama de esperanza. Un buen inicio, una serie de resultados favorables o la convicción de no ser menos que nadie abre el juego para clubes que en otras circunstancias apenas se contentarían con participar.

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