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En un partido vibrante, emotivo, pero en el que sobresalieron los errores del árbitro Beligoy, Banfield se quedó con la victoria por 3-2 ante Gimnasia, que necesitaba sumar para salir de la promoción. Ramírez, dos veces, y Fernández, anotaron para los locales. Stracqualursi y Pérez lo hicieron para los platenses.
Fue Banfield el que tomó la iniciativa y exigió primero. Estuvo cerca el uruguayo Fernández, sin embargo fueron los platenses quienes gritaron, a los 21, cuando en un tiro de esquina desde la izquierda, Straqualursi se elevó sin marca y conectó un cabezazo a la red para poner el 1-0.
Pero Banfield no aflojó ni resignó su protagonismo, ante un Gimnasia que se replegó atrás y trató de complicar de contraataque. Los de Cocca se hacían fuertes por la derecha. Y ya sobre el final de la primera parte, Rinaudo primero y Aued después pudieron acaso ampliar la ventaja.
Pero todo cambió cuando en el arranque de la segunda mitad, en una jugada de lateral, Banfield encontró la igualdad por intermedio de Ramírez, que paró la pelota con el pecho dentro del área y sin dejarla picar puso la pelota donde Sessa no llegaba para el 1-1.
Después llegó el momento Beligoy del partido. Primero el árbitro le perdonó la vida a Gimnasia cuando Stracqualursi bajó de un codazo a Ramírez en el área, era penal. Como el que sí vio después tras un claro agarrón de Víctor López sobre Pérez y cobró. Ejecutó Maldonado, al medio y abajo, y tapó Luchetti. Hubo invasión, pero el árbitro dejó seguir.
No era precisamente una noche lúcida de Beligoy, que en la réplica de la jugada anterior se comió una penalazo de Sessa sobre James Rodríguez y, para colmo, terminó anonestando al colombiano y echando al DT Falcioni, por reclamar.
Con la bronca a cuestas, Banfield comenzó a bombardear el arco de Sessa, hasta que finalmente el arquero debió buscar la pelota dentro del arco, en otra jugada de tiro de esquina, en la que Ramírez se levantó entre los centrales y clavó un cabezazo al ángulo para el 2-1.
Parecía un golpe letal, pero Gimnasia no se quedó atrás, y con un golazo de Pérez, que a la carrera vio adelantado a Lucchetti y le picó la pelota por arriba de la cabeza y puso el 2-2. Una joyita.
La noche deparaba más emociones. Fernández le ganó la posición a Maldonado en el área y desde el vértice del área chica sacó un zurdazo cruzado y puso el 3-2, para el delirio de sus hinchas y frustración de los platenses.
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