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Desde que asumió su interinato como un preámbulo a la confirmación hasta el Mundial, Sergio Batista intentó diferenciarse de su predecesor en el cargo, Diego Maradona, en la mayoría de los rubros, desde lo técnico hasta lo político. Cuenta con el apoyo del presidente de la AFA, Julio Grondona, y con el respaldo de la estrella del plantel, Lionel Messi. ¿Qué más precisa para sostenerse en el cargo? Un buen resultado esta tarde, cuando la Selección reciba a España, el campeón del mundo, puede ser determinante, aunque el técnico insista en ser evaluado por el “manejo de grupo” y “el funcionamiento del equipo”, antes que por un resultado. A propósito del equipo que pondrá en la cancha de River, no hay tantas diferencias con aquella formación que se fue del Mundial en Ciudad del Cabo, aplastada por Alemania. “No me meto con lo que pasó en el Mundial –aclara el DT–. Empezamos una etapa nueva.” La diferencia está en el concepto. Se presume que, con el campeón España en el campo de juego y la Argentina dispuesta a agradar, puede haber fiesta de fútbol hoy en el césped del Monumental.
El equipo tiene el mismo sesgo agresivo, que Batista rescata, porque arriba se mantienen Messi, Higuaín y Tevez, este último una sorpresa cuando se especulaba con D’Alessandro. “Vamos a jugar 4-3-3 cuando ataquemos y vamos a estar con tres de punta con Lionel, Gonzalo y con Carlos. La prioridad nuestra es el respeto por la pelota”, afirmó el técnico. “A Messi lo quiero a 30 metros del área, me gusta que se junte con los volantes, pero es en los metros finales en donde hace la diferencia, en el mano a mano.”
En el medio, buscando más control de la pelota –un objetivo esencial para el entrenador en su esquema–, serán Banega y Cambiasso los que colaboren con Mascherano en el medio; en Sudáfrica habían sido titulares Maxi Rodríguez y Di María. Lo que motiva las modificaciones es mucho más denso que lo que supone un simple cambio de nombres. “No me gustan los equipos rápidos, quiero más pausa. Quiero paciencia, tranquilidad, que manejen el balón. Me gusta que jueguen todos cuando tenemos la pelota.”
Aunque en el fondo sigue habiendo cuatro, la diferencia sustancial es la presencia de Zanetti, un lateral definido, por la banda derecha, en el lugar que en Ciudad del Cabo ocupó Otamendi. Demichelis y Heinze continúan en sus puestos, Gabriel Milito será el segundo marcador central. “Cuando atacamos, vamos 4-3-3 –aclaró Batista–. Cuando nos defendamos, vamos a pararnos 4-1-4-1.”
“La idea es mantener una identidad de juego –señaló el entrenador anoche, en el predio de la AFA en Ezeiza–. Si yo mantengo el cargo, quiero que ésta sea la forma de jugar, juguemos donde juguemos.” Para Batista, “este partido con España es importante ganarlo, sobre todo para los jugadores”.
Batista cree que la victoria es posible, pero por las dudas subraya las diferencias. “España tiene seis años de trabajo, son los campeones del mundo –reflexionó–. La Selección Argentina tiene jugadores para ser siempre candidato, pero son seis días de trabajo contra seis años.”
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