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Vélez, uno de los punteros del torneo Apertura, no pudo ayer imponerse como visitante ante Arsenal, que hizo un buen primer tiempo pero cedió en el final y terminó aguantando la embestida de los de Liniers con muy buenas intervenciones de su arquero Campestrini.
No fue bueno el partido en el arranque, porque ambos equipos jugaban a los pelotazos y la pelota volaba de aquí para allá. Sin embargo, pasado el primer cuarto de hora, los locales comenzaron a dominar el juego con una buena presión en el mediocampo, donde Vélez no terminaba de hacer pie.
Pero cuando vieron que Arsenal se les venía –Leguizamón metió un buen disparo que se le fue alto–, los de Liniers apretaron un poco las clavijas, se orientaron en el mediocampo y comenzaron a arrimar peligro sobre el arco de Campestrini, quien se lució ante un zurdazo de Bella, que unos minutos después se anticipó y estuvo otra vez cerca de abrir la cuenta, luego de un desborde del Burrito Martínez.
Los hinchas de Vélez apuntalaban al equipo desde las tribunas y los jugadores fueron emparejando el trámite, aportando más dinámica al partido. Arsenal no se quedó de brazos cruzados y comenzó a contestar con acciones claras: un cabezazo de Sena que Barovero sacó al corner y un tiro libre que se fue por arriba. Después el arquero de Vélez le tapó el gol a Sena, que conectó un lindo zurdazo tras una interesante combinación ofensiva que comenzó en un saque lateral y contó con una buena habilitación de Obolo dentro del área.
En el arranque de la segunda parte, una mala salida de Campestrini le dio una buena oportunidad a Cristaldo, que probó suerte desde afuera y se le fue por arriba. Arsenal contestó con una joyita de Leguizamón, que enganchó y le pegó de derecha pero la pelota se le fue por arriba del ángulo izquierdo del arco de Barovero.
El peligro oscilaba de un arco al otro. Y los contraataques se volvieron moneda corriente. Cristaldo estuvo cerca con un cabezazo tras un remate desviado de Cubero, quien apuntó al arco y le salió un centro; después probó Somoza desde afuera del área y se le fue arriba. Arsenal, por su parte, iba perdiendo claridad y apostaba a lo que Obolo y Leguizamón podían hacer arriba cuando les llegaba la pelota. Lo que estaba claro era que ninguno de los dos equipos parecía conformarse con el empate.
Vélez jugó los últimos minutos sobre el campo de Arsenal, que se defendía con dos líneas de cuatro bien pegadas. Silva sacó un buen derechazo desde la puerta del área, pero atajó Campestrini, quien unos minutos después en una doble atajada espectacular volvió a salvar el cero en su arco.
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