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Deportes|Jueves, 4 de noviembre de 2010
En los cuatro años que tiene por delante pensando en el Mundial 2014 en Brasil

Diez desafíos que asedian a Batista

Definir su estilo, defenderse de la exigencia de resultados, balancear esa demanda con la formación del equipo, constituir su propio perfil, promover futbolistas en puestos desiertos y darle a Messi un elenco que le saque el jugo, algunas de las tareas por afrontar.

Por Ariel Greco
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Sergio Batista con Julio Grondona, el presidente de AFA que ahora lo sostiene.

1 El primer desafío de Sergio Batista como entrenador de la Selección Argentina será definir su estilo. Desde la prédica se mostró afecto a recuperar la propuesta de la tenencia de pelota y a partir de los elogios del modelo español parece que irá en ese camino. En el terreno, hubo un amague en el encuentro ante Irlanda, aunque la apuesta de centrales como marcadores de punta y la superpoblación de volantes centrales va en contra del discurso. Sin ataduras, con la plenitud en su cargo, deberá profundizar su propuesta.

2 Sin grandes voces opositoras, pero tampoco sin estridentes defensores, su gestión quedará muy expuesta a los vaivenes de los resultados. No tiene espaldas ni pergaminos como entrenador como para quedar exento de las críticas, tanto del periodismo como de la gente, si el juego y los resultados no llegan de arranque. Por el contrario, si los triunfos llegan rápido los adherentes al “chechismo” se sumarán muy pronto, listos para endulzar todo lo que haga.

3 Antes de la asunción, el subsecretario de Selecciones, Humberto Grondona, ya reclamaba del técnico a ungir un buen resultado en la futura Copa América. Esa presión irá incrementándose. Habrá que ver cómo congenia Batista su proyecto de formar equipo con la urgencia de pelear por ese logro.

4 Su discurso conciliador, sin entrar en polémicas y con frases de bajo perfil, le sirvieron para instalarse en un cargo, luego de uno de los típicos volantazos de Julio Grondona ante cada elección de DT: de Menotti a Bilardo, de Bilardo a Basile, de Basile a Passarella y siguen las firmas. Tras los desplantes de Maradona, don Julio buscó el polo opuesto, el perfil en el que encaja Batista. Se verá si la exposición de ser el entrenador de la Selección hasta 2014 le permite seguir al margen de las polémicas y no quedar acorralado por la coyuntura.

5 Buena parte del periodismo, de los que acostumbran a poner y sacar técnicos, lo mira con recelo. Habrían preferido a Sabella, Bianchi, Russo o Gallego. También van a reclamar resultados y podrán operar en contra si no se dan, aunque no sea exactamente lo que Batista vaya buscando. En caso de choque violento, habrá que evaluar cómo lo resiste el entrenador.

6 La imagen de Carlos Bilardo quedó por el piso tras su inentendible gestión en la elección del entrenador. Del inicial “si no eligen a uno de mis tres candidatos me voy” al “sólo me reuní con Batista” su credibilidad se perdió por completo. Sin embargo, sigue en su cargo, con todo lo que ello implica. Puede seguir en un rol totalmente secundario y sin ninguna influencia, pero también puede ser un conspirador desde las mismas entrañas del cuerpo técnico. Batista deberá convivir con eso.

7 Una de las primeras medidas de Diego Maradona fue intentar recuperar a los laterales naturales, con los llamados a Angeleri y Papa, aunque finalmente se resignó a los centrales reconvertidos. Ahora Batista tiene el mismo desafío que su antecesor. Con tiempo, tendrá que probar candidatos para esas plazas. Arrancó con Ansaldi, Zabaleta y Emiliano Insúa, aunque tampoco sobran las variantes.

8 En la idea primaria de Batista está reinsertar a Riquelme en el equipo, buscando una “remake” del equipo de Beijing 2008, con el volante de Boca como organizador y con Messi sin esa responsabilidad y más abocado a la definición. Del otro lado, ya recibió los elogios. “Me puso muy contento porque es una persona con la que tengo una buena relación y era lo que él quería. Seguramente habrá sido un día especial para él y le deseo lo mejor”, señaló ayer Riquelme. El problema es que Román hace seis meses que no juega y su nivel es una incógnita. La disyuntiva para Batista es llamarlo pronto o esperar a que el volante realmente haga méritos para ser citado.

9 No necesitará vestirse de Piñón Fijo, pero su principal tarea será darle a Lionel Messi un equipo que lo contenga, para que el crack del Barcelona explote en toda su dimensión. Eso sí, contención no sólo deben ser cariños, mimos o soportar caprichos. Contención es armar un equipo que tenga variantes, que le sumistre diferentes opciones de pases y que le haga llegar la pelota limpia hasta la zona de definición. Con eso asegurado, Messi se ocupará del resto.

10 Batista firmó contrato hasta el Mundial de 2014, reponiendo la tendencia de los cuatro años como plazo mínimo para trabajar en la Selección. Pero a diferencia de los primeros ciclos, nadie puede asegurar en los tiempos que corren que el entrenador es inamovible o que lo van a dejar trabajar con absoluta tranquilidad. Batista deberá exhibir su muñeca para pilotear tormentas si es que quiere llegar a la Copa del Mundo.

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