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Deportes|Viernes, 28 de enero de 2011
GODOY CRUZ VENCIO 2-1 A RACING Y LE ENTREGO LA COPA MENDOZA A SAN LORENZO

Le sacó una sonrisa a Ramón

Con goles de Rubén Ramírez y Nico Sánchez, el conjunto mendocino derrotó con lo justo a la Academia, que presentó muchos suplentes y que se había puesto en ventaja con un tanto de Viola. Con ese resultado, el que celebró fue el Ciclón, que levantó el trofeo.

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Con ese cabezazo, Valentín Viola abrió el marcador. Luego, Godoy Cruz lo dio vuelta.

Sin jugar, San Lorenzo levantó la primera copa del año. Gracias al triunfo de Godoy Cruz 2-1 sobre Racing, el equipo de Ramón Díaz se adjudicó el triangular Ciudad de Mendoza. Para los mendocinos quedó el premio consuelo de una victoria ante su gente. Y para la Academia, un buen primer tiempo de sus juveniles, que demostraron que pueden dar una mano.

Racing salió con un equipo de jóvenes, que le quitó responsabilidad y le dio una rapidez llamativa. Entonces, con esas dos características encontró la manera de manejar el partido y de generar chances de peligro frente al arco mendocino, sobre todo porque la línea de tres del equipo de Da Silva dejaba muchos huecos por el costado izquierdo. Primero fue Lluy el que se perdió el primer gol al desaprovechar un mano a mano ante Ibáñez, luego de una notable habilitación de Respuela desde la izquierda. Y casi de inmediato llegó la apertura, cuando Lluy envió un centro para Viola, que les ganó a todos y metió un gran cabezazo para vencer al arquero.

La idea de Racing para justificar la ventaja era sencilla. Luego de recuperar la pelota, juntaba gente por la izquierda, casi siempre con el manejo de Respuela, y terminaba la jugada por la derecha. Por esa vía casi aumenta, pero Colombini se demoró en un mano a mano con Ibáñez y permitió que Olmedo lo cerrara. Del otro lado, lo de Godoy Cruz era muy pobre. Sin David Ramírez –en la tribuna y con un pie y medio en Vélez–, al conjunto mendocino le faltaba fútbol como para generar peligro. Por eso, sus únicas chances quedaron limitadas a la pelota parada. Con ese argumento casi empata con un tiro libre de Rojas, que salió pegado al palo izquierdo de de Fernández. Y con esa arma llegó al empate, cuando Donda envió un centro que se fue cerrando y que Ramírez apenas rozó con su pelo antes de que se metiera por el segundo palo.

Racing había jugado mejor, pero dilapidó sus ocasiones y lo pagó en el final del primer tiempo con el empate. Y ese tanto significó un impacto psicológico importante para el encuentro. Es que Racing comenzó a desmoronarse, al tiempo que los mendocinos levantaron su nivel y se parecieron un poco al equipo del año pasado. Para ello mucho tuvo que ver la mejora de Villar y la distribución de Olmedo, que le dieron otro impulso a su. Por eso, no extrañó que llegara el segundo tanto, que otra vez vino con un balón detenido. Desde el otro sector, Rojas metió un centro al segundo palo, donde Nicolás Sánchez apareció para meter un cabezazo de pique, que le otorgó la sonrisa al Tomba ante su gente.

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