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Con la vista puesta en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, los pibes del Sub-20 afrontarán hoy un choque trascendental desde las 22.10 frente a Brasil, único líder del Hexagonal final del Sudamericano de Perú. “Este encuentro es un clásico para nosotros y mi equipo llega con la autoestima muy alta”, aseguró el técnico argentino Walter Perazzo, quien presentará el ingreso de Ezequiel Cirigliano en la mitad de la cancha. Por su parte, el entrenador brasileño Ney Franco se mostró cauto desde los micrófonos y evitó especular con el resultado: “Son dos equipos que se respetan mutuamente. Nadie sabe qué pasará en el campo, pero confiamos en nuestro juego”. Si Argentina gana, prácticamente se asegurará un lugar en el Mundial de Colombia de este año, donde irán los cinco mejores clasificados. Además, hoy también chocarán Uruguay-Chile, a las 17.50, y Ecuador-Colombia, a las 20.
El equipo de Perazzo figura cuarto en la fase final, a tres puntos de su rival de hoy, que llega invicto, con una notable contundencia de 16 goles en seis partidos, y que viene de derrotar a Chile por 5-1 y a Colombia por 2-0. Y como sólo los dos primeros de la tabla irán a Londres, Argentina necesita ganar para no quedar en el camino. Luego de la frustrante derrota ante Ecuador por 1-0, los pibes se recuperaron con una victoria por 3-2 contra Chile, tras haber estado abajo en el marcador. Basándose en ese antecedente directo, el DT argentino no cede en optimismo: “Ese partido fortaleció el alma y el espíritu de mis jugadores. Así que saldremos a realizar un gran encuentro ante Brasil”.
Para tratar de bajar al conjunto de Franco, Perazzo presentará una variante obligada: Cirigliano entrará por el suspendido Héctor Cardozo. Dentro de esa órbita, Claudio Mosca podría ingresar por Michael Hoyos, quien padece una distensión en el aductor izquierdo, mientras que en la delantera podría aparecer Juan Iturbe, de gran rendimiento ante Chile, en lugar de Sergio Araujo. Además, también se baraja la posible vuelta de Rogelio Funes Mori por Facundo Ferreyra. Pero aunque suene como candidato a salir, el atacante banfileño desborda entusiasmo: “Es un clásico y queremos jugarlo. Vamos a dejar todo en la cancha”.
El cuco que tendrá enfrente Argentina es la joven esperanza brasileña Neymar, autor de siete goles durante el Sudamericano. Para controlar las desequilibrantes arremetidas del delantero, Perazzo diseñó una marca zonal y descartó la posibilidad de encomendárselo de manera particular a alguno de sus defensores. En el resto de sus líneas, Brasil ha presentado un rendimiento parejo y ordenado, por lo que Argentina tendrá una prueba de carácter y personalidad. Después de afrontar el clásico, los pibes completarán su participación en el certamen con sus presentaciones del próximo miércoles frente a Uruguay y del sábado siguiente ante Colombia.
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