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Deportes|Martes, 24 de mayo de 2011
Vélez, cerca de concretar un hecho inédito

En Argentina no se consigue

Desde que se instalaron los torneos cortos, ningún equipo logró la hazaña de conquistar el Clausura y la Copa Libertadores, de la que el conjunto de Liniers está a sólo ocho partidos. Una historia de intentos signados por frustraciones.

Por Ariel Greco
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Vélez quiere festejar el ansiado doblete de título local y Libertadores.

Vélez está cerca de concretar una hazaña inédita desde que se instalaron los torneos cortos en Argentina, hace más de dos décadas: hasta ahora, ningún club argentino consiguió el doblete de ganar el Clausura y la Copa Libertadores, que por cuestiones de calendario coinciden en el primer semestre del año. El conjunto de Ricardo Gareca se encuentra a ocho partidos de lograr ambos objetivos, cuatro del torneo local y cuatro del certamen continental.

Con tres puntos de ventaja en el Clausura y con la chance de recibir a su escolta Godoy Cruz dentro de dos fechas en Liniers, Vélez ni siquiera necesita ganar todos los partidos que le restan para festejar el título. Si empata o gana ese juego, le alcanzaría con sumar ocho puntos. En la Libertadores, el jueves debe visitar a Peñarol en un colmado Centenario, pero tendrá la chance de definir el pasaje a la final en Liniers a la semana siguiente. De conseguirlo, en la final se toparía con el vencedor de Santos y Cerro Porteño, que mañana arrancará su serie. Por eso, el objetivo que ningún equipo argentino ha podido lograr aún parece posible.

El equipo que más cerca estuvo de conseguir el doblete fue el Newell’s de Marcelo Bielsa en 1992. El equipo rosarino, que arrancó esa campaña con un 0-6 como local ante San Lorenzo en su debut en la Copa Libertadores, luchó el Clausura primero con Boca y River, a quien le ganó 5-0 en el Monumental la tarde que Javier Castrilli expulsó a cuatro jugadores y al entrenador Daniel Passarella. Luego, cuando los grandes se cayeron, los que siguieron el tren fueron Vélez y Español, pero tampoco consiguieron inquietar a los rosarinos, que se quedaron con ese Clausura por dos puntos, con once triunfos, siete empates y una caída.

En la Libertadores, tras aquel traspié ante San Lorenzo, el conjunto de Bielsa se recompuso y se vengó del equipo de Boedo con un 4-0 para dejarlo en el camino en los cuartos de final. Ya en las semifinales, dos empates 1-1 ante América de Cali obligaron a resolver el pasaje a la final por penales. En una serie interminable, Newell’s se impuso 12-11 y obtuvo el derecho de jugar ante el San Pablo de Telé Santana. En el Parque Independencia ganó 1-0, pero luego cayó por el mismo marcador en el Morumbí, para finalmente perder en la definición por penales.

Otros campeones locales que llegaron lejos en la Libertadores fueron Boca en 1991 y River en 2004. El equipo de Oscar Tabárez que ganó invicto aquel Clausura accedió a las semifinales en la Libertadores, donde cayó ante Colo Colo en una revancha bochornosa, famosa por la mordedura de un perro de los carabineros que sufrió Carlos Navarro Montoya. Para el River de Leonardo Astrada, el recuerdo tampoco es grato. En las semifinales lo cruzó Boca, que lo eliminó por penales en aquellos recordados partidos sin público visitante.

Por el contrario, los campeones argentinos de Libertadores desde que se implementaron los torneos cortos desestimaron los torneos locales. En 1994 fue el Vélez de Carlos Bianchi el que priorizó el certamen continental por encima del Clausura. Con muchos suplentes en el ámbito doméstico, Vélez quedó muy lejos del campeón Independiente al ubicarse 18º.

Ya con Boca, el entrenador utilizó la misma fórmula en 2000, 2001 y 2003, cuando consiguió la Libertadores. En los tres casos, con suplentes y formaciones alternativas en partidos claves de los campeonatos locales, no llegó a pelearlos hasta el final. En 2000 terminó séptimo, a nueve puntos del campeón River. En 2001 finalizó tercero, aunque a 17 unidades del San Lorenzo de Manuel Pellegrini. Y en 2003 culminó segundo, a cuatro puntos de River. Incluso en 2004 usó la misma estrategia, cuando Boca perdió la final con Once Caldas y terminó segundo de River.

Cuando River obtuvo la Libertadores en 1996, su producción en el torneo local no tuvo ninguna importancia. Con formaciones alternativas, el conjunto de Ramón Díaz culminó 14º, a 19 puntos del campeón Vélez, que celebró el título por un punto sobre Gimnasia.

El último ejemplo lo dio Estudiantes. Cuando obtuvo la Libertadores en 2009, el equipo de Sabella dejó de lado el Clausura y terminó sexto, a 12 puntos del campeón Vélez, que peleó el título hasta la última jornada con Huracán. Con estos antecedentes, a Vélez se le abre una chance inmejorable para meterse en la historia en ser el primer equipo argentino en conseguir el codiciado doblete.

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