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Deportes|Domingo, 5 de junio de 2011
LA TABLA DE LOS PROMEDIOS TAPA TODOS LOS PROBLEMAS INTERNOS DEL CLUB

En River, de eso no se habla

La posibilidad de disputar la Promoción dejó en segundo plano otras cuestiones de la política de la institución. No se conocen los resultados de la auditoría que prometió Passarella ni tampoco se concretó el fideicomiso para juntar dinero.

Por Gustavo Veiga
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De eso no se habla, aquella película con Marcello Mastroianni que María Luisa Bemberg filmó en 1993, podría ser el mejor título para el presente de River. No se habla (ni se quiere hablar) de la Promoción, no se habla de la auditoría cuyos resultados prometió Daniel Passarella apenas asumió, no se habla del fideicomiso para juntar dinero, no se habla de los fantasmas del pasado –aunque adelgazados–, como el de José María Aguilar, no se habla... porque parece mejor callar. “Todo queda en segundo plano por estos tres partidos que faltan”, coinciden las voces críticas y más condescendientes con el presidente que hasta ahora tuvo como acto de gobierno más resonante su pedido de renuncia a Julio Grondona. La actualidad institucional quedó congelada hasta que termine el campeonato por la temida posibilidad del descenso. En Núñez también quisieran congelar la tabla de los promedios tal como quedó desde el viernes a la noche: con River a salvo y Olimpo en la Promoción.

Salvo cuando lo determina Passarella, en el club no se habla de temas conflictivos. Y menos en un momento como éste. Un grupo de periodistas que son socios, que se definen como “ni oficialistas ni opositores” y que en 2007 fundaron el blog “Política en River” para contribuir al debate de ideas, sostienen que “Passarella detesta a los medios de prensa por una simple razón: la independencia a la hora de ejercer la profesión. Por eso está prohibido hablar con los medios y él habla muy pocas veces. Cuando lo hace, trata de dar las menores precisiones posibles. Mientras tanto, los hinchas agradecen la desinformación”. El comentario es del 31 de enero pasado. En efecto, es difícil obtener información oficial, de primera mano. Página/12 espera desde hace meses la respuesta a un pedido de entrevista que nunca llegó.

A comienzos de abril, el presidente aseguró que durante ese mes iba a brindar una conferencia de prensa para difundir los resultados de la auditoría que KPMG realizó sobre la gestión anterior. “Les quiero decir a los socios que no me olvidé de lo que prometí y lo voy a cumplir. Tengan paciencia, no es tan fácil resolver los problemas que había en el club cuando llegamos...” Pasó abril, pasó mayo, estamos en junio y todavía no se conoce con precisión con qué se encontró Passarella después de ganar las elecciones en diciembre de 2009. Andrés Ballotta, vocal por la minoría, informa: “Se nos dijo que la auditoría está terminada y que ahora la tiene el departamento legal”. Una versión señala hace tiempo otra cosa: que se suspendió o que cubre apenas el último año de los ocho que Aguilar gobernó. Los temas que más comprometen al ex presidente son el pase de Fernando Belluschi al Olympiakos de Grecia, el juicio que River heredó por no presentarse a jugar un clásico contra Boca en Bolivia y la supuesta doble facturación que se descubrió durante su gobierno.

Si de la auditoría ya concluida no se saben demasiados detalles, otro tanto sucede con el fideicomiso Futuro Millonario I. El meneado experimento financiero con que River procura embolsar unos 20 millones de dólares ya pasó por el filtro de los bancos Nación y Provincia (Bapro Mandatos y Negocios SA) ante los que fue presentado. El 10 de mayo hubo una comida en el salón de Honor del Monumental con varios representantes de los sponsors y un empresario de los medios de comunicación, Alejandro Burzaco. Asistieron Adidas, Petrobras, Tramontina y Torneos y Competencias, entre otros. A todos se les pidió colaboración mediante garantías o dinero para hacerse del efectivo suficiente que permita tapar los agujeros. La AFA, pese a que Passarella le pidió a Grondona que renuncie por un par de penales no sancionados, también salió de garante del fideicomiso.

Depende de quién desmenuce los números, la economía se estabilizó o va de mal en peor. El oficialismo le saca lustre a la reducción del déficit de doce a dos millones de pesos. La oposición quiere que le habiliten la información que recibe en cuentagotas. Dos ex presidentes, Hugo Santilli y Alfredo Dávicce, censuraron la actitud de Passarella de ir a desafiar a Grondona pidiéndole que se vaya. El viejo dirigente ya lo adelantó: como mínimo se quedará en la AFA hasta 2015. Passarella deberá convivir con él otros dos años, hasta 2013, cuando vence su mandato.

Importa más, mucho más, evitar la Promoción que si la tesorería está seca o si el club sigue sufriendo allanamientos por la interna de la barra brava. Sólo así se explica que el presidente no haya vuelto a decir una palabra sobre su antecesor, el ahora consumido Aguilar. Desde aquella conferencia de prensa del 13 de abril de 2010 en que definió a su gobierno como “nefasto”, o la autorización al departamento legal para que inicie acciones civiles contra el ex presidente y el ex secretario general, Mario Israel, nunca más se escuchó a Passarella hablar del tema.

Quienes todavía frecuentan al dirigente que bajó casi 40 kilos (había llegado a pesar 130) cuentan que rechaza todo contacto social. “Soy una mala compañía para vos”, suele decirles a los amigos que todavía conserva en el mundo del fútbol y a los que prefiere evitarles la incomodidad de su presencia. De este puñado, casi ninguno le quedó en River. Ni siquiera sus fieles más fieles que lo acompañaron durante su gobierno conservan un grato recuerdo. Daniel Bravo, el actual secretario general, es uno de ellos. Aguilar ha sido detectado en una confitería de su barrio de Villa Urquiza ubicada en Avenida de los Incas y Tronador; y en una parrilla de Manuela Pedraza y 11 de Septiembre, más cercana al estadio Monumental. El estrés, el tabaquismo y la trombosis que sufrió en una pierna lo obligaron a modificar su physique du rol. Delgado de apariencia y presuntamente de bolsillos (a sus íntimos les confía que tiene menos dinero que cuando era dirigente), cuando se despidió de River escribió una carta en la que decía que no dejaba atrás “el peor de los mundos”. Durante su presidencia el equipo salió último. En eso tenía razón. Se puede estar peor.

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