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Desde Santa Fe
La ciudad de Santa Fe amaneció ayer agitada por la gran cantidad de turistas que llegaron desde todas partes del país para ver el partido de la Selección frente a Colombia. Hoteles, cafés, restaurantes y comercios, todos parecían estar esperando esta jornada de actividad plena para la ciudad, que se preparó anticipadamente con cerca de mil ciudadanos que fueron instruidos por la Subsecretaría de Turismo de la municipalidad santafesina para sacar el máximo provecho a una jornada concebida como extraordinaria. La capacidad hotelera se colmó en cuestión de horas y para los más rezagados no quedó otra opción que las cabañas de la zona de Cayastá, sobre la costa del río Colastiné, próximo al túnel subfluvial que une Santa Fe con Paraná.
Los adornos celestes y blancos alegóricos de la Copa América invadieron el centro de la ciudad, dejando en un segundo plano el empapelado de propaganda política a propósito de las elecciones del próximo 24 de julio, que según las encuestas locales tienen tres candidatos principales a la gobernación: Antonio Bonfatti (Frente Progresita), Agustín Rossi (Frente Santa Fe para Todos), con una diferencia ajustada, y más atrás el humorista Miguel Del Sel (PRO Federal).
El hecho de que en Santa Fe se festejara por anticipado el Día de la Independencia, porque el lunes comenzaron las vacaciones de invierno para los chicos, aportó más color a la jornada, ya que escuelas y edificios públicos permanecieron también embanderados.
La ciudad respira fútbol, desde el taxista hasta el mozo, el cocinero o el vendedor de diarios. Eso explica los más de 4000 hinchas que fueron a darle el martes la bienvenida a la Selección y que obligaron a cambiar los planes de entrenamiento, dejando para otro momento las pelotas paradas, cuando se metieron medio de prepo en las instalaciones del renovado y embellecido estadio Brigadier Estanislao López.
Otro de los paseos obligados de los turistas argentinos y colombianos fue el shopping y la bellísima costanera de la Laguna Setúbal. Abundaron las fotos en la estatua monumento que recuerda a Carlos Monzón, el mayor ídolo deportivo de la ciudad, y los restaurantes del puerto y el centro se vieron colapsados: chupín de surubí y boga para todo el mundo. Tampoco estuvieron ajenas al color de la jornada las principales empresas de la ciudad, como la cervecería Santa Fe, que se encargó de montar un gran espectáculo para la previa, al mejor estilo fans fest, en el predio de la Estación Belgrano, un enorme galpón recuperado del ferrocarril nacional General Belgrano, con música en vivo: Fidel Nadal, luego de una gira por Latinoamérica, y la banda local Sig Ragga. También se instalaron pantallas gigantes para que aquellos que se quedaron sin entradas pudieran ver el partido del equipo nacional recreando el espíritu de exaltación futbolera.
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