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Luego del desarrollo exitoso del Preolímpico, tanto en el aspecto organizativo como en el deportivo, Mar del Plata volverá a quedar esta noche en el foco del básquetbol argentino. Es que a partir de las 22, el bicampeón Peñarol abrirá una nueva edición de la Liga Nacional ante Quilmes, su clásico rival, que regresa a la máxima categoría luego de haber obtenido el título del Torneo Nacional de Ascenso la temporada pasada (televisa TyC Sports). El certamen plantea mucha paridad en la previa, aunque el actual monarca sigue siendo el rival a vencer.
El remodelado Polideportivo marplatense vivirá otra jornada de fiesta, parecida a las que se vivieron con la presencia de la Generación Dorada hasta hace diez días. El título de Peñarol y el retorno tras el ascenso de Quilmes le ponen un condimento especial a esta edición del clásico, que ya despertó una enorme expectativa en la ciudad. Además, la llegada a Quilmes del ex pivote de la Selección Argentina Román González, con un importante pasado en Peñarol, promete agregarle pimienta a un duelo siempre caliente. En los papeles, el campeón parte como favorito para este partido como para repetir el título. La renovación de casi todo el plantel campeón, incluido el cuerpo técnico, encabezado por Sergio Hernández, lo colocan en esa posición. Sin embargo, Peñarol no llega bien al arranque. La principal es la baja de su capitán, el base Sebastián Rodríguez, que tiene un problema cardíaco, que lo dejará como mínimo tres meses afuera de la competencia. Incluso, no es seguro que pueda volver a jugar, por lo que la dirigencia y el técnico están buscando un reemplazante.
Algo parecido pero menos grave le pasó a Leonardo Gutiérrez, la figura indiscutida del equipo. Una arritmia cardíaca no le permitió disputar el Preolímpico con la Selección Argentina, pero tras la operación a la que fue sometido pudo retomar los entrenamientos hace 25 días. Además, el alero Marcos Mata, otro de los pilares de conjunto de Hernández, arrastra un esguince de tobillo y es posible que no juegue esta noche.
En la vereda de enfrente, Quilmes querrá dar el batacazo. Se armó bien alrededor de González, mantuvo la base del equipo que ascendió, con Mac Hopson como figura, y contará con tres extranjeros, una apuesta arriesgada aunque puede dar buenos resultados. Igual, el objetivo de Quilmes es distinto y más modesto.
En la carrera por destronar a Peñarol hay varios anotados. Atenas, el subcampeón las últimas dos temporadas, con la base del equipo de la temporada pasada y toda su tradición, apunta alto. Obras, con Julio Lamas como entrenador, busca la revancha del año pasado, cuando fue el mejor equipo de la fase regular, pero se cayó en los play-offs. Regatas, con el retorno a la Liga de Paolo Quinteros, se suma a la lista de candidatos. Lo mismo sucede con Quimsa de Santiago del Estero, La Unión de Formosa y Libertad de Sunchales, tres que volvieron a invertir fuerte en busca del título. Y Bahía Estudiantes, en la segunda temporada del proyecto deportivo y económico que encabeza Juan Ignacio Sánchez, también se quiere prender entre los que peleen por la corona.
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