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San Lorenzo estaba para ganar, pero sus propios errores y nervios lo traicionaron y terminó perdiendo 1-0 ante All Boys, que en la segunda mitad justificó una victoria que le permitió salir de la Promoción y hundir en esa zona crítica a su vencido. Para agregarle más morbo a la situación, Jonathan Bottinelli, agredido por la barra brava hace dos semanas, marcó en contra el único gol del partido.
Los primeros minutos de San Lorenzo mostraron un equipo ambicioso, que llegaba por los costados y que desbordaba a un All Boys impotente. De esa manera, no tardó en generar ocasiones muy claras para abrir el marcador. Sin embargo, la fortuna no le jugó a favor. Primero, porque un cabezazo de Tula pegó en el palo izquierdo de Cambiasso, que nada tenía que hacer. Y luego, con un tremendo derechazo de Gigliotti, que rebotó en el travesaño. Apenas había transcurrido un cuarto de hora de juego y el equipo de Asad ya había hecho méritos suficientes para ponerse en ventaja.
El gran problema para el conjunto de Boedo es que no pudo aprovechar ese gran momento y lo pagó muy caro. De a poco fue perdiendo claridad y All Boys pudo equilibrar el desarrollo. Un rato más tarde, Gigliotti se hizo expulsar por una innecesaria falta a Vella en la mitad de la cancha. Y para completar un combo nefasto, Bottinelli, en su búsqueda por rechazar un tiro libre de Juan Pablo Rodríguez, metió un cabezazo contra su arco que venció la estirada de Migliore. Con la desventaja en el marcador, el público local despidió con canciones agresivas a sus jugadores, a pesar de que habían hecho un buen primer tiempo.
En la segunda mitad, el trámite fue diferente. All Boys supo manejar la ventaja, tanto en el marcador como en la cantidad de futbolistas, y por eso pasó un desarrollo tranquilo, más allá de alguna chance aislada como un toque de Romeo por encima de Cambiasso, que el arquero alcanzó a tapar. Por el contrario, las ocasiones más claras fueron para All Boys, que no lo supo definir. Primero tuvo un remate de Rodríguez, que pegó en el palo derecho. Luego fue Matos el que definió en un mano a mano ante Migliore, pero el poste izquierdo le negó el segundo gol. Y ya en tiempo de descuento, otra vez el caño derecho devolvió un cabezazo de Salom.
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