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Deportes|Sábado, 5 de abril de 2003
COPA DAVIS: ARGENTINA LE GANA 2-0 A RUSIA TRAS LA PRIMERA JORNADA

Mucho más sencillo de lo esperado

La semifinal está a un paso, si Nalbandian y Arnold les ganan hoy a Kafelnikov y Safin, como lo hicieron en setiembre en Moscú. Ayer, el cordobés liquidó a Davydenko y Gaudio se tomó revancha contra Kafelnikov. Los campeones de la Davis son una sombra del equipo que ganó el torneo en diciembre.

Por Ariel Greco
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David Nalbandian le ganó fácilmente los dos primeros sets al ruso Nikolai Davydenko.
Luego de la suspensión por la lluvia, le costó más imponer su tenis frente al visitante.
Fue mucho más fácil de lo previsto. Aprovechando la baja de Marat Safin, el equipo argentino de Copa Davis sacó un casi decisivo 2-0 en la serie ante Rusia y quedó a un paso de clasificarse para las semifinales del torneo, al igual que el año anterior. David Nalbandian derrotó 6-2, 6-2, 7-5 a Nikolai Davydenko y luego Gastón Gaudio barrió 6-4, 6-0, 6-2 a Yevgueny Kafelnikov para demostrar la jerarquía del conjunto capitaneado por Gustavo Luza. La serie puede quedar definida hoy cuando Nalbandian y Lucas Arnold se midan con Kafelnikov y Safin, en una reedición del histórico partido que protagonizaron en las semifinales de la edición anterior en Moscú. Televisa TyC Sports desde las 11.
El primero en mostrar sus condiciones de top-ten fue Nalbandian. Con la premisa básica de variar de manera constante la velocidad y los efectos de sus tiros, el cordobés incomodó a Davydenko. A una pelota alta la seguía una profunda y luego sorprendía con un drop. También cambiaba el ritmo acelerando con su derecha. Además, su saque funcionaba a pleno. El ruso, un jugador peligroso si puede imponer su golpes planos, se encontró con la necesidad de trabajar cada punto, con lo que comenzó a fallar. Por eso, entre los aciertos de Nalbandian y los errores de Davydenko, el partido casi no tuvo equivalencias. “Jugué bien todo el partido. Fue clave mantenerme concentrado ante un rival que erró mucho. Mi táctica era jugarle pelotas altas, algo que lo incomoda bastante, y así forcé muchas equivocaciones”, explicó el número uno de Argentina.
Dos quiebres rápidos en el inicio de cada set le facilitaron la tarea al cordobés. Con la tranquilidad en el marcador, su juego se solidificó con el avance de cada game, al tiempo que la resistencia del ruso parecía decaer ante un rival inspirado. Frente a ese panorama, la rápida victoria del argentino era inevitable. Sin embargo, con el marcador 4-1 en el tercer set y con el servicio de Nalbandian, la lluvia dio su presente en el estadio, con lo que el juego debió interrumpirse.
Tras el parate de 50 minutos, Davydenko era otro jugador. Al errático de la primera parte lo reemplazó otro muy agresivo, con una alta efectividad en los tiros ganadores y que, perdido por perdido, se jugó en cada cruce. Y la apuesta le salió muy bien. Dos quiebres consecutivos le permitieron igualar el marcador, aunque allí reapareció la jerarquía del argentino para superar el bajón y cerrar el partido. “Davydenko sólo estuvo bien al final del tercer set, luego de reanudar el juego tras la interrupción. Cuando mejoró su tenis, tuve que elevar la calidad de mis tiros”, analizó Nalbandian.
Con la serenidad que otorgaba el 1-0 parcial, la responsabilidad fue de Gaudio, que además acarreaba la carga extra del partido que había perdido ante Kafelnikov en Moscú el año pasado. Y como a lo largo de toda su trayectoria en la Copa Davis como local, el bonaerense dejó en claro que será muy difícil que pierda algún partido en Buenos Aires. En los doce partidos que disputó en Argentina, Gaudio apenas entregó un set, ante Max Mirnyi en la serie ante Belarus, que sirvió para ascender al Grupo Mundial. A los restantes adversarios los demolió, incluidos jugadores de primer nivel como el croata Ivan Ljubicic y el alemán Rainer Schuettler. Ayer, a la lista se sumó Kafelnikov. Si bien el ruso arrancó muy metido en el juego, con buena predisposición y pegando con mucha potencia, muy rápido se dio cuenta que su misión era casi imposible. “Gaudio jugó un gran tenis, fue muy sólido y eso me impidió encontrar el juego para ganarle”, comentó Kafelnikov.
El partido fue equilibrado sólo en el primer set. En ese pasaje los dos deslumbraron con ángulos imposibles, pelotas a la líneas y hasta con algunos lujos. Pero tras un quiebre por bando y con el resultado 4-4 llegó el punto de inflexión del juego. Gaudio presionó con su devolución sobre el saque de Kafelnikov y logró el quiebre que necesitaba. Luego, no tuvoinconvenientes para sostener el suyo y garantizarse el primer parcial. El golpe fue decisivo para el ruso. Por más que había jugado en gran nivel, la contundencia de Gaudio lo había dejado sin nada. Mentalmente golpeado, Kafelnikov ya no mantuvo su concentración, comenzó a errar tiros sencillos y hasta se trenzó en algunas discusiones con el público. “Creo que jugué muy bien y Kafelnikov no aguantó tener que correr todos los puntos. Eso le pesó mucho. Estoy contento por mi actuación y por que con esta ventaja nuestro doble saldrá a jugar tranquilo el tercer punto de la serie”,
En cuanto el ruso bajó su rendimiento, el partido se transformó en un monólogo. El argentino ganó 12 games consecutivos para cerrar los dos primeros sets y encaminar el tercero con un juego sin fisuras, que casi dejó en ridículo a su adversario. Ahora será el turno de doble, que si repite sus últimas presentaciones –siete triunfos en las últimas ocho serie– garantizará hoy mismo el lugar en semifinales.

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