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El Rally Dakar 2012 salteó ayer la sexta etapa y se despidió del territorio argentino en una jornada sin velocidad, que sirvió a los competidores para tomarse un descanso inesperado antes de ingresar al desierto de Atacama. Si las etapas disputadas en la Argentina resultaron más difíciles de lo que se especulaba al inicio, los pilotos mantienen la incertidumbre sobre lo que pasará en el raid de los siete tramos que quedan por delante, en los que las dunas y la arena acompañarán hasta el final, en un terreno desconocido como el de Perú. El de hoy tendrá un recorrido “rulo”, con punto de partida y llegada en la ciudad de Copiapó, y supondrá el primer contacto que tendrán los pilotos con el desierto chileno.
Esta será una de las etapas más largas, con una especial de 419 kilómetros y un enlace de 154. La primera moto estará en la línea de partida a las 9.55, mientras que el primer auto y el primer camión lo harán a las 11.48. La de ayer fue una etapa atípica, aunque no inédita, en la que los pilotos no disputaron la carrera debido a condiciones climáticas adversas y cruzaron a Chile por el Paso de San Francisco, sólo a ritmo de enlace y en caravana. A esta altura del año, nadie imaginó que después de sobrepasar en los caminos previos temperaturas por encima de los 40 grados, la nieve y el hielo iban a jugar un papel determinante y la primera especial en Chile iba a tener que ser anulada.
La prueba iba a disputarse sobre 247 kilómetros, entre Oda de San Andrés y Copiapó, previo cruce de la frontera por el Paso de San Francisco, a 4700 metros de altura, lo que suponía para los pilotos un gran desgaste, no sólo por el apunamiento (que es clave), sino también por los cambios de temperatura. Este inesperado receso significó un alivio para la gran mayoría de los competidores, luego del esfuerzo que representaron las cinco etapas previas en la Argentina, las cuales resultaron mucho más complicadas y extenuantes de lo que se imaginaba la mayoría.
Al hacer un balance del tramo corrido en la Argentina, el ex campeón de motos el catalán Marc Coma (KTM) señaló: “Suponíamos que iba a ser menos complicado de lo que fue, sin dudas fue más difícil que los años anteriores, y si ha sido así hasta aquí, hay que ver lo que nos espera”.
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