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Volvió el mejor Lionel Messi y regresó la mejor versión del Barcelona: el rosarino es el termómetro de un equipo azulgrana de nuevo próximo a su máximo esplendor. Al plantel del Barcelona nunca le gustó hablar de “Messi-dependencia”, al entender que de esta forma se le faltaba el respeto a un equipo lleno de cracks y campeones del mundo con la selección española. Pero también es cierto que Messi no es uno más.
Así se demostró el domingo, cuando el astro desplegó todo su inmenso catálogo de recursos para hacer un “poker” de goles en el triunfo 5-1 ante el Valencia. “No es ningún secreto, es una evidencia: cuando Messi funciona, el Barça golea. El día que cumplía 200 partidos de Liga se dio un homenaje particular, marcó su segundo ‘poker’ como barcelonista después de sumar seis ‘hat tricks’ esta temporada. Vuelve a sonreír”, afirmó el diario Sport.
Desde que comenzó el año, el Barcelona arrastra problemas para mantener su mejor nivel hasta quedar diez puntos por detrás del Real Madrid en la Liga española. Al tiempo, ese descenso de rendimiento estuvo aparejado a un ligero bajón de Messi, según apreciaron muchos analistas.
Es cierto que el delantero del Barcelona nunca dejó de producir, pero también es verdad que sobre el campo se le vio sonreír poco y erró más ocasiones de las que en él es habitual.
Esta versión “disminuida” del argentino coincidió con las ausencias de pilares básicos del equipo como Xavi Hernández o Andrés Iniesta, lo que provocó que algunos especialistas hablaran de una versión de Messi cercana a la de muchos partidos con la Selección Argentina.
Por eso, muchos análisis vinculan el hecho de ver al mejor Messi ante el Valencia con la recuperación de un hombre como Iniesta, quien también brilló el domingo en la zona de creación de juego azulgrana.
Así lo defendió Mundo Deportivo: “Messi funciona mucho mejor cuando el centro del campo es la máquina de hacer fútbol. Messi puede hacer muchas más cosas de cara a puerta con Busquets, Iniesta, Cesc o Xavi en el mediocampo”.
Si la gran asignatura pendiente del Barcelona esta temporada está en los partidos como visitante, donde apenas ganó 17 de los 33 puntos disputados, exactamente lo mismo se podría decir de Messi. El argentino apenas logró cuatro goles fuera del Camp Nou (uno ante el Athletic de Bilbao y tres frente al Málaga), su peor registro desde que tiene a Josep Guardiola como entrenador. El año pasado a estas alturas el argentino sumaba 13 goles como visitante. Otro dato que ayuda a situar a Messi como termómetro de un Barcelona que de la mano del argentino recuperó su cara más sonriente.
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