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La magia que entrega el Lawn Tennis Club volvió a irradiarse por estos días en Palermo. El complejo de tenis que alberga el Abierto de Buenos Aires es nuevamente el centro de un ambiente al que no le falta glamour. Las familias enteras circulan por la calle interna y los más pequeños son los que mejor se desenvuelven. En ese escenario se ubican los stands de las empresas que patrocinan el certamen y hay actividades recreativas para los fanáticos de este deporte. Además, los patios de comida también son muy frecuentados por el público y adquieren su punto máximo cuando los partidos lo permiten.

Por esos sectores del club es muy común ver a personalidades del ambiente artístico y deportivo, y cuando uno de ellos aparece las miradas cambian rápidamente hacia su figura. Pero, sin duda, las que atrapan la mayoría de los ojos de los visitantes son las chicas que se encargan de promocionar algún producto. Con figuras esculturales, ellas siempre sonríen para entregar sus folletos.

En la tarde de ayer, uno que también llamó la atención fue el japonés Kei Nishikori (foto), quien ya accedió a los cuartos de final del torneo. El oriental, que se destaca por su sencillez, se mezcló entre la gente y luego aceptó preguntas desde una tarima.

Para pasar una jornada en el predio hay que estar preparado para gastar dinero. Entre la entrada para el ingreso, una comida rápida y algún que otro aperitivo habría que desembolsar cerca de 150 pesos. Los tickets para presenciar los partidos difieren según los días, y cuando se acercan las instancias finales los números aumentan. Un boleto para uno de los turnos (diurno o nocturno) promedia los 100 pesos, pero para el sábado o domingo puede llegar a 150. Para comer una hamburguesa con una gaseosa se deberán pagar cerca de 25 pesos, y si el combo lo completa un helado de una firma muy conocida, serían otros 20 pesos más. Postales que ofrece el Lawn Tennis en su versión 2012.

EL OTRO LADO DEL ATP PORTEÑO

Paseo en familia