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Deportes|Sábado, 20 de octubre de 2012
RICARDO ZIELINSKI, CONDUCTOR DE BELGRANO, ANALIZA EL PRESENTE DE SU EQUIPO

“El juego lo definen los futbolistas”

El entrenador del conjunto cordobés, que se ubica a tres puntos del líder, Newell’s, explica que “el técnico se debe adaptar a los jugadores que tiene y a sus capacidades”. Esta tarde deberán enfrentar a All Boys en Floresta.

Por Leonardo Castillo
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“No es cierto que no haya diferencias entre los equipos de Primera y los de la B Nacional”, dice.

A fines del 2010, Ricardo Zielinski asumió la dirección técnica de un Belgrano que deambulaba por los últimos puestos de la B Nacional. Pero bajo su conducción el equipo comenzó a sumar y se ganó el derecho de jugar una Promoción, instancia en la que logró un hecho histórico al derrotar y condenar al descenso nada menos que a River. “Con un gran esfuerzo”, el club cordobés logró la permanencia en la elite del fútbol argentino al cabo de la pasada temporada. Y hoy se encuentra a sólo tres unidades de Newell’s, el actual líder del Torneo Inicial. Sin embargo, el entrenador y sus dirigidos prefieren no entusiasmarse de más con el promisorio presente que atraviesan. “No podemos soñar más de la cuenta. Nuestro objetivo es lograr una buena cantidad de puntos posibles para estar tranquilos y mantener la categoría”, señaló el técnico en una charla con Página/12.

–Muchos protagonistas dicen que Belgrano es el equipo más difícil de enfrentar en este campeonato. ¿Es así?

–Realmente, no lo sé. Nos preparamos para dar lo mejor en cada partido y tenemos mucho respeto por los rivales que enfrentamos. No siento que seamos un cuco o algo por el estilo, sí un equipo que trabaja con mucho esfuerzo los partidos.

–¿Y eso alcanza para definir la identidad que tiene este equipo?

–Bueno, si tengo que definir la idea de juego que tenemos digo que somos un equipo ordenado, que intentamos jugar abierto cuando podemos y nos lo permite. Si no se puede, tratamos de no desacomodarnos y esperar para tener una oportunidad. En el fútbol, un entrenador se tiene que adaptar a los jugadores que tiene y a sus capacidades. Creo que los entrenadores construimos desde ahí. El fútbol, el juego, lo definen los futbolistas. Y uno acomoda en función de lo que hay.

–¿Este plantel está en condiciones de pelear por el campeonato?

–La idea es ir partido a partido y sumar. Nuestra obligación pasa por acrecentar el promedio para estar tranquilos. Belgrano tiene que afirmarse en la categoría y seguir mejorando para encontrar cada vez más regularidad. No podemos salir a decir que estamos en condiciones de dar la vuelta olímpica porque nos encontramos a tres puntos de Newell’s. Para nosotros, el campeonato pasa por dejar consolidado al club en Primera. Prometer otra cosa sería mentir.

–Pero muchas veces se dice que el fútbol argentino es muy parejo, que cualquiera le puede ganar a cualquiera. ¿Eso no le otorga un margen para la ilusión?

–El fútbol argentino de Primera División tiene un campeonato difícil por el oficio que tienen sus jugadores, pero hay muchas diferencias entre los equipos grandes, que administran presupuestos de hasta 10 millones de pesos por mes y los equipos del interior del país, como podemos ser nosotros, Rafaela, Unión o Godoy Cruz, que manejamos sumas más módicas a la hora de conformar los planteles. Esas diferencias se compensan con trabajo, inteligencia y orden.

–¿Hoy gana el que arriesga menos?

–No siempre. Creo que cuando se puede y el partido lo permite hay que tomar riesgos, de lo contrario, todos los partidos terminarían sin goles. Contra Boca, por ejemplo, salimos a buscar, sobre todo en el segundo tiempo, y nos fue bien. No me parece que haya una sola receta para asegurar los resultados.

–¿No cree que en la actualidad se pone demasiado énfasis en el sistema táctico a la hora de definir la forma en la que se pretende jugar?

–Sí, demasiado. Muchas veces, en función de un dibujo táctico se sacan demasiadas conclusiones, algunas apresuradas, sobre cómo juega un equipo. Hay gente que ve un 4-4-2 y ya se pone a opinar muy livianamente. Los esquemas se aplican generalmente cuando no se tiene la pelota, después la cosa cambia. El juego está asociado a lo que se hace con la posesión, lo otro es lo táctico.

–Trabajó muchos años en el fútbol de ascenso. ¿Considera que las diferencias entre la Primera y la B Nacional se achicaron en los últimos años?

–Eso es algo que nos quisieron hacer creer porque River había descendido, pero no es cierto. Las diferencias de calidad, técnica e infraestructura entre ambas categorías existen y van a seguir existiendo acá y en todos lados. A un equipo que viene de la B Nacional siempre le cuesta mucho mantenerse en Primera, por eso el primer año es crucial. Por eso, la clave para mantenerse pasa por mantener una base y sumar refuerzos que marquen una distinción.

–¿Existen los proyectos en el fútbol argentino?

–Si se gana, sí. De lo contrario, todo se hace muy difícil. La tranquilidad para trabajar la dan los resultados, no hay otra. Por suerte, desde que asumimos en Belgrano logramos cosas importantes como un ascenso y mantenernos sin tener problemas con el promedio. Eso nos permite empezar a mechar a los jugadores de inferiores y planificar las cosas con un poco más de plazo. Pero sabemos que cuando perdamos tres o cuatro partidos seguidos nos va a dominar la urgencia de sumar. Así están dadas las cosas.

–De la mano del empresario Armando Pérez, Belgrano pasó de estar gerenciado a convertirse en un club, una entidad sin fines de lucro. ¿Eso modificó en algo su trabajo?

–No, para nada. Sigo teniendo con Armando una buena relación y se trabaja con la misma seriedad de cuando llegamos y Belgrano estaba gerenciado. Pero me parece que es mejor estar en un club, donde las cosas se deciden democráticamente, que en una empresa.

–Durante el ascenso y el Apertura 2011, Franco Vázquez resultó un jugador fundamental para Belgrano. ¿Por qué cuesta tanto encontrar enganches en Argentina?

–Enganches hay, lo que pasa es que no todos son decisivos y tienen el peso que podían tener jugadores como Franco, (Román) Riquelme o (Leandro) Romagnoli en el funcionamiento colectivo de un equipo. Lamentablemente, los enganches son una especie en extinción y me parece que se debe a que hoy se privilegia demasiado la velocidad. Eso le quita vistosidad al juego y también precisión.

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