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Deportes|Domingo, 20 de octubre de 2013
VICTORIA DEL PILOTO DE TANDIL EN UNA JORNADA INUSUAL

Pernía corrió toda la cancha

Parece un título de fútbol, pero es automovilismo: el piloto de Renault se impuso en la prueba que el SúperTC2000 hizo disputar en el Estadio Unico de La Plata, un show en el que la emoción deportiva llegó recién al final.

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El festejo de Pernía, parado en el techo de su Renault, en el show del SúperTC2000 en La Plata.

Desde La Plata

“Esto no es una carrera, es un show. Pero acá no venimos a divertirnos, cuando nos subimos a los coches todos queremos ganar.” La frase del cordobés José María López sintetizó el sentimiento de la mayoría de los pilotos del SúperTC2000 en la cita de anoche en el Estadio Ciudad de La Plata, una cita poco frecuente de automovilismo, en el que los autos de 420 HP nunca anduvieron en segunda marcha, apenas si superaron los 100 km/h y doblaron a no más de 40 km/h. Todos querían ganar, pero Leonel Pernía llegó más lejos que ninguno.

Algunos perdieron, y pronto, demasiado pronto. Sobre las dos pistas simétricas trazadas se enfrentaron de a parejas, como en un cuadro de tenis, 24 pilotos; la mitad se fue después de competir apenas un poco más de un minuto. Entre ellos, un par de pesados, como Emiliano Spataro (“me extralimité, donde tenía que ir lento fui rápido y patiné”). El equipo Honda perdió a sus tres pilotos (Ledesma, Risatti, Fineschi) en esa primera manga: tanto esfuerzo para correr menos de cinco minutos.

“A los pilotos no nos gustó, a ninguno. Pero si al público le gustó, vale”, afirmó Spataro. La categoría estimó la presencia de unos 20 mil espectadores en la noche platense. Cuando los pesados se enfrentaron en las últimas llaves, creció el entusiasmo de los hinchas. Si el espectáculo se repite habrá que hacer más extensas (dos o tres vueltas) las semifinales y final.

“Se trata de cometer la menor cantidad posible de errores”, apunta López, eliminado en octavos de final ante Girolami. “Iba corriendo concentrado en lo que hacía yo, no miraba dónde andaba mi rival.” Su compañero de equipo, Facundo Ardusso, no compartió la técnica: “Yo iba relojeando”. Girolami lo sacó en cuartos de final, antes de caer ante Canapino en una de las semifinales.

“Esto de carrera no tiene nada, es un show que da puntos para el campeonato, pero si no tuviera puntos no vendría nadie a correr”, asegura Ardusso, que en abril ganó en el callejero de La Recoleta. Esa, como la del callejero, fue la idea desde el arranque: brindar un espectáculo atractivo para la gente que no va a las carreras. “A mí me parece bien como desafío, me encanta”, señala el piloto de Las Parejas que alguna vez se probó en River y que solo entró al campo del Estadio de La Plata gracias a los autos.

De carrera, el show no tuvo nada, por cierto. “A mí me pareció mucho más excitante esta posibilidad de ganar o perder la manga que el desafío conductivo, que fue mínimo”, sostuvo Matías Rossi, que fue venciendo sucesivamente a Julián, Ortelli y Canapino (que pasó a la semi como el mejor perdedor de cuartos) hasta caer en semifinales con Pernía.

El ruido dentro del estadio resultó ensordecedor y los autos se la pasaron coleando toda la jornada porque el balance de los frenos estaba en general volcado hacia el tren trasero, para que los pilotos pudieran doblar moviendo menos el volante, aunque nunca a más de 40 km/h. La máxima velocidad no llego a los 110 km/h y los pilotos no alcanzaron a poner la segunda marcha porque la primera velocidad de estos autos de STC2000 tira hasta los 145 km/h. Por supuesto que sufrieron en exceso los palieres, porque estos coches son de tracción delantera y al doblar continuamente exigieron en continuado esos semiejes. Así se quedaron Vivian, Chapur y el propio Canapino en la final.

Pernía superó sucesivamente a Riva, Franco Girolami, Llaver, Rossi y a Canapino para llevarse el triunfo. Su padre, Vicente, ya había triunfado en La Plata, como lateral de Estudiantes antes de que lo comprara Boca en el 1973, cuarenta años atrás. “En una cancha de fútbol Pernía tiene que andar bien –bromeó el vencedor–. Por suerte le pude hacer honor al apellido.” Ahora está 51 puntos atrás de Rossi, cuando quedan 66 (dos carreras en Mendoza y Potrero de los Funes) en juego.

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