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Diego Sebastián Schwartzman (en la foto) y Facundo Bagnis, los dos argentinos que habían llegado a la segunda ronda de Roland Garros desde la clasificación, finalizaron este miércoles su aventura en París, mientras que el partido de Paula Ormaechea fue suspendido y aplazado por la lluvia.
Finalmente, la lógica pudo con la ambición de las dos promesas y Schwartzman cayó ante la leyenda Roger Federer, mientras que Bagnis lo hizo contra el letón Ernests Gulbis, sin el currículum del suizo pero uno de los hombres más talentosos del circuito.
Bagnis había sido uno de los nombres propios de la primera ronda al ganar ante el francés Julien Benneteau por 18 juegos a 16 en el quinto set (igualando la manga más largo en número de juegos en la historia del torneo), en un partido que duró cuatro horas y media.
El tenista de Armstrong (Santa Fe), 143º de la ATP, acusó la gesta en las piernas y cedió en tres sets 6-2, 7-5, 6-0, en casi dos horas de juego. “El partido fue obviamente en desventaja, el primer set arrancó como lo esperaba, con el cuerpo un poco apagado. En el segundo esperaba mejorar y así fue, una lástima porque al final no me lo pude llevar. En el tercero me sentí demasiado cansado y dolorido”, analizó Bagnis.
Con un set en blanco terminó la aventura de Bagnis, de 24 años, en su primera participación de un torneo de Grand Slam, que sacó una lectura muy positiva de la experiencia. “Hay mucho de positivo, fue un gran torneo, me duele un poco estar eliminado con el físico en desventaja. Pero en la balanza hay mucho bueno que me llevo, que servirá para mi carrera.”
También Schwartzman se fue satisfecho con su primera aparición en París, que al igual que Bagnis ganó cuatro partidos (tres de clasificación y la primera ronda) antes de toparse con Federer, un bonito cierre a su trayectoria. “Te das cuenta de que vas a jugar contra Federer cuando estás en el vestuario, cuando la gente lo aplaude y se te caen los tímpanos”, dijo el bonaerense de 21 años, que habló de lo difícil que es descifrar a la leyenda.
“Se lo ve muy tranquilo dentro de la cancha, no entendía cuándo estaba nervioso y cuándo no; si estaba a full, si no estaba a full, no te das cuenta de sus sensaciones. Salvo cuando gritó come on, en el 4-4 iguales, y ahí dije ahora está a full”, explicó entre risas. Schwartzman jugó sin complejos ante Federer, que finalmente le ganó por 6-3, 6-4, 6-4. En cuanto finalice Roland Garros pasará a formar parte del top 100.
“Uno tiene que convencerse de que este nivel lo puede tener todas las semanas, esto es fundamental. Aunque ahora juegue contra ‘un 200’ (de la ATP) tengo que hacerlo igual que contra Federer y así seguiré ganando partidos”, añadió. Sin luz y con lluvia, se aplazó hasta hoy el partido de Ormaechea, que perdía 6-2 y 2-0 ante la rumana Monica Niculescu.
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