La Justicia allanó ayer el estadio de Chacarita, en el marco de una investigación por los episodios de violencia del último domingo en el partido ante Boca, mientras que la AFA propuso a la Secretaría de Seguridad Deportiva crear un “comité de crisis” para enfrentar la situación. El allanamiento a la cancha, en la localidad bonaerense de San Martín, fue ordenado por el juez de instrucción Mariano Bergés, quien según fuentes judiciales evalúa ordenar la detención de al menos ocho simpatizantes de ese club. Los hinchas cuyas órdenes de detención podría disponer el juez habrían sido identificados por el secretario de Seguridad Deportiva, Javier Castrilli, durante la declaración testimonial que prestó el jueves pasado. Castrilli habría aportado fotografías tomadas de los videos de los disturbios del domingo e identificado a quienes protagonizaron los hechos cotejando esas fotos con otras con las que contaba por episodios de violencia anteriores. El allanamiento que dispuso ayer el juez en las instalaciones de Chacarita apuntó, según fuentes del propio club, a recoger información sobre registros de socios, pero también habrían sido secuestrados elementos de percusión (bombos y redoblantes) guardados allí. El procedimiento estaba previsto para la mañana de ayer, pero se demoró por “problemas de jurisdicción”, ya que Bergés opera en la Capital Federal y precisaba el apoyo de un magistrado de San Martín. En su declaración, Castrilli también sembró sospechas sobre una eventual relación con los incidentes del presidente de Chacarita, el senador nacional por Catamarca Luis Barrionuevo. En ese sentido, y pese a que directivos del club de San Martín interpretaron que las medidas judiciales ordenadas por Bergés tienen una “matriz política”, no se descarta que el titular del club “sea llamado a declarar la semana que viene”. En la mañana de ayer declaró como testigo ante el juez Bergés un periodista del diario deportivo Olé.
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