Página/12 :: Deportes :: Con el corazón en la boca

Hubo que esperar dieciocho años para que Racing accediera nuevamente a cuartos de final de la Copa Libertadores, pero finalmente lo hizo gracias al valioso triunfo conseguido ante Montevideo Wanderers con goles de Washington Camacho y Gustavo Bou, el goleador del certamen, con ocho tantos. Su rival en la siguiente instancia será Guaraní, de Paraguay, al que goleó 4-1 de local y con el que perdió 2-0 de visitante en el Grupo 8. Con el resultado a su favor, gracias al gol de visitante conseguido en el empate a uno en Montevideo, el dueño de casa se protegió bien en el fondo, presentó dos líneas de cuatro y salió con pelotazos largos para sus dos hombres de punta. La misma estrategia que había utilizado de visitante, hace una semana. Para revalidar esa propuesta, el entrenador les devolvió la titularidad a Díaz por derecha y al uruguayo Camacho por izquierda. Al juego rápido y frontal que le proponían, el conjunto uruguayo respondía con juego asociado y buenos movimientos de distracción. Así tuvo la primera llegada de peligro, a los dos minutos, con un zurdazo de Gastón Rodríguez y otro cabezazo inquietante, de Bellini, a los 14. Pero el campeón del fútbol argentino tiene poder de fuego y futbolistas que marcan la diferencia sin necesitar de un contexto que lo favorezca.

Diego Milito se vistió de wing derecho, tiró un centro con lo justo, atorado por la línea y el defensor, la pelota llegó a Camacho y el volante definió de derecha, su pierna menos hábil, para estampar el 1-0. Gustavo Bou, al que le costaba aparecer en el partido, se exhibió con un derechazo que salió desviado, llegando a la media hora del juego. Luego de ese aviso, y como viene haciendo desde que llegó al club, el entrerriano convirtió. Lo buscaron por izquierda con un pase al área, el atacante sacó a pasear al defensor que lo acompañaba, se acomodó para su derecha y fusiló al arquero al primer palo. Un premio mayúsculo para lo acontecido en la primera mitad, que brindaba tranquilidad para encarar lo que faltaba.

El complemento fue más de lo mismo. El conjunto visitante lo intentó con disparos que no llevaron peligro a Saja y Racing casi lo define gracias a Brian Fernández, quien no pudo repetir el festejo conseguido en Montevideo. Faltando un minuto, Olivera se despachó con un golazo de tiro libre que le puso algo del sufrimiento que Racing se acostumbró a tener. Pero que, parece, ya dejó en el olvido.

RACING PASO A CUARTOS SUFRIENDO EN EL FINAL

Con el corazón en la boca

Vencía cómodamente al Wanderers de Montevideo con goles de Camacho y de Bou, pero el descuento de Olivera sobre el cierre del encuentro le puso un condimento inesperado, porque otro gol más en contra lo dejaba afuera de la Libertadores.