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Hace poco más de 36 años, San Lorenzo jugó su último partido en el Viejo Gasómetro. Los hinchas del equipo de Boedo que vivieron aquel partido histórico del 2 de diciembre de 1979 recordarán, por obvias razones, el empate sin goles frente a Boca y también el penal que el Loco Gatti le atajó a Hugo Coscia. Después llegó el descenso en 1981, el deambular del equipo en diferentes estadios hasta que en 1994, tras aceptar los terrenos del Bajo Flores, se construyó la Ciudad Deportiva y el Nuevo Gasómetro, donde en 2014 levantó por primera vez la Copa Libertadores frente a Nacional de Paraguay. Esa historia comenzará a reescribirse en los próximos meses porque San Lorenzo logró ayer su máximo anhelo desde aquella jornada aciaga del 79: volver a levantar su estadio en el predio de avenida La Plata, en Boedo, en el barrio que lo vio nacer. La firma francesa Carrefour aceptó finalmente la oferta de 150 millones de pesos por el 75 por ciento de las casi tres hectáreas que ocupa el supermercado, y los hinchas y dirigentes se juntaron ayer para festejar, tras una larga y dura negociación.
“Que no quede duda que será el estadio más hermoso de la Argentina y vamos a mostrar de lo que somos capaces los hinchas de San Lorenzo. Será una propuesta superadora en todo sentido. Eso se lo decimos a los hinchas y a los vecinos”, comentó Marcelo Tinelli, los ojos vidriosos por la emoción y el recuerdo de sus primeras idas a la cancha de la mano de su padre, a quien le dedicó “la vuelta a Boedo” que “soñaron unos locos y que se concretó gracias al esfuerzo de cuatro millones de hinchas”. “Este es un día muy fuerte, un día intenso para todos los hinchas de San Lorenzo. Hoy pensé en mi viejo, pensé en lo que debe sentir toda la familia sanlorencista. Esta es la Copa más importante en la lista. Es lo más grande que nos podía pasar”, agregó el conductor televisivo que aspira a presidir la Asociación del Fútbol Argentino.
Por su parte, Matías Lammens, el presidente del club, apuntó: “Ahora soñamos con construir la cancha. Poder hacer realidad los sueños es algo único. Estamos orgullosos de pertenecer a esta gran familia”. Luego el dirigente remarcó lo hecho por los hinchas durante todo el proceso que demandó la ansiada vuelta a Boedo, que incluyó manifestaciones multitudinarias que acompañaron el proyecto de Ley de Restitución Histórica del predio que había sido expropiado por la última dictadura y los diferentes y complicados pasos de la negociación con Carrefour, que en la parte que le quedó del terreno construirá otro supermercado que convivirá con el flamante estadio por venir, que llevará el nombre del Papa Francisco. “Lo que viene va a ser un esfuerzo muy grande. Todavía nos faltan 50 millones de pesos.”
Tras conocerse este mediodía la noticia de que Carrefour había aceptado finalmente la oferta de San Lorenzo de 150 millones de pesos por el 75 por ciento de los 27.254 metros cuadrados del predio, los hinchas se dieron cita en la puerta del Carrefour y luego fueron convocados por la dirigencia al estadio Pedro Bidegain, donde por la tarde tanto Lammens como Tinelli cerraron la jornada histórica dirigiéndose a los hinchas, con quienes compartieron abrazos y la inmesa alegría por la gesta.
“Carrefour aceptó la propuesta presentada por #SanLorenzo para la compra de los terrenos de Av. La Plata. ¡Volvemos a Boedo!”, publicó el club en su cuenta de Twitter. La información la dio el propio Lammens, quien por la mañana participó de la reunión con el representante de Carrefour en la Argentina, Daniel Fernández, en la que este último le comunicó la decisión final de la firma francesa. Los últimos días se habían generado tensiones entre las partes, luego de que los franceses solicitaran más tiempo en la negociación para estudiar la oferta en el contexto de devaluación y “la nueva situación económica del país”. “Ahora sí cuervos: a festejar, llorar y abrazarse con los que tenemos al lado y con los que no están. Porque siempre cuidamos nuestra historia, porque nunca bajamos los brazos: #VolvimosaBoedo”, expresó Lammens vía Twitter.
Los hinchas festejaron ayer y tendrán motivos para seguir festejando en estas fiestas de fin de año. Entre esos hinchas hay uno en particular al que deberán abrazar fuerte, se trata de Adolfo Res, historiador autodidacta –entrevistado el 18/11/2013 por este diario– y principal impulsor del proyecto presentado en 2010 y aprobado en 2014 en la Legislatura porteña. Res comenzó la batalla junto a su hermano Diego Resnik dando charlas en el desaparecido café Dante; luego comenzó a golpear puertas con su carpeta bajo el brazo hasta que consiguió ser el primer vecino que impuso un proyecto propio en la Legislatura. Hoy tendrá motivos de sobra para sentirse orgulloso. La vuelta a Boedo está acordada, sólo faltan detalles, de los grandes y también de los pequeños, para que un futbolista vuelva a sacar del medio y la reparación se haya consumado.
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