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Deportes|Viernes, 15 de marzo de 2002
ANOCHE PERDIO EN CHILE CON EL WANDERERS

Boca no se quiere levantar

Después de la derrota ante River del domingo, anoche cayó
1-0 en Viña del Mar por la Copa Libertadores y se demora la chance de clasificarse. Volvieron a aparecer los fantasmas.

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Cancino se lleva la pelota ante la marca de Guillermo Barros Schelotto.
Boca no se recupera: tras la caída en el Superclásico, el domingo, anoche se perdió la posibilidad de quedar ya clasificado para los octavos de final de la Copa Libertadores, al caer en Viña del Mar frente al santiago Wanderers por la mínima diferencia. De esta manera, continúa liderando el grupo 6, con 7 unidades, pero seguido de cerca por su verdugo de anoche, con 6 puntos. Más allá de la derrota, que preocupa, el rendimiento del equipo dejó que desear, especialmente cuando quedó en desventaja.
El partido arrancó rápido, con marcas livianas, por lo que se hizo de ida y vuelta, aunque Boca rondaba con mayor peligro y frecuencia el área de los chilenos, en base al buen trabajo de Gaitán, las subidas de calvo y la buena movilidad de Delgado y Guillermo Barros Schelotto.
La superioridad de Boca se evidenciaba de entrada. Ya a los dos minutos, el mellizo Guillermo sacó un derechazo en la medialuna del área que el arquero Varas debió esforzarse para rechazar. Un minuto más tarde, Crosa conectó un limpio cabezazo que contuvo el golero. Y antes de los diez, Gaitán enhebró una excelente jugada por la izquierda, llegó hasta la raya de fondo y mandó el centro que Battaglia, que venía embalado por el medio, no pudo conectar al pasarse.
Los chilenos, sacados del fondo por Robles, devolvían las réplicas, pero éstas no tenían ni la profundidad ni la potencia del conjunto argentino. En esos primeros minutos, la más peligrosa resultó una pelota que Crosa casi convierte en contra de su valla, queriendo rechazarla.
Boca parecía ser más: una combinación entre Delgado y Barros Schelotto terminó en un zurdazo del Mellizo que salió lamiendo el palo de Varas. En una réplica, el Wanderers avisó con un disparo largo de Riveros, que pasó por encima del travesaño de Abbondancieri. El mismo Riveros acertó luego un cabezazo que Burdisso despejó cruzándose en el camino.
El partido se había hecho más friccionado –Battaglia sufrió un corte debajo de un ojo– pero Boca seguía llegando más, aunque ya no mejor. La defensa chilena se abroquelaba con otro énfasis alrededor de Varas y al conjunto argentino seguía faltándole precisión en la última puntada.
Esa deficiencia terminó costándole caro al equipo argentino. Porque cuando en el segundo período el Santiago Wanderers se puso rápidamente en ventaja, con un tanto de Silvio Fernández (caño a Burdisso, centro atrás de Soto, se pasa Crosa y el uruguayo empuja al arco), se mostró impotente para poder dar vuelta el resultado y cayó en un desorden que le impidió resolver el partido. Barros Schelotto se perdió dos veces el empate, y Tabárez hizo ingresar a Bracamonte para ver si le daba la misma solución que en Ecuador, pero fue inútil.
Para el final, otra mala para Boca: a Mauricio Serna, que se quedó en Buenos Aires, le fue diagnosticado una distensión en el ligamento lateral interno de la rodilla derecha, y tendrá para dos semanas fuera de la cancha. El colombiano se lesionó durante el Superclásico y el domingo, ante Lanús, será reemplazado por Pinto.

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