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Deportes|Miércoles, 10 de febrero de 2016
Tsonga se animó a cocinar chorizos

Al francés le gusta la parrilla

Por Adrián De Benedictis
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El Abierto de Buenos Aires también tiene mucha actividad afuera de la cancha y en este 2016 tiene todo preparado para que las figuras principales del circuito se sientan cómodas en su estadía en el certamen. La tarde de ayer no fue una más para el número nueve del mundo: el francés Jo-Wilfried Tsonga (foto) se dio el gusto de convertirse en “parrillero” por unos instantes, y se las ingenió para armar un choripán y ofrecércelo a una de las jóvenes que se encontraba en el predio. “Me gusta mucho la ciudad, y la gente es muy amable”, dijo en ese momento Tsonga, a quien se lo apoda Ali, por su parecido con el ex boxeador Mohammed Ali. El hombre nacido en Le Mans, en abril de 1985, es el tercer preclasificado del torneo.

“La carne de aquí es muy rica, y también me gustan las bananas”, remarcó entre risas el francés, de origen congoleño. Con su 1,88 metro de altura, cada vez que se mueve por el Lawn Tennis su impronta genera respeto. Con 12 títulos en su carrera, Tsonga reconoció que no se siente candidato aquí, y ubica como favoritos a los españoles Rafael Nadal y David Ferrer. Su mejor momento fue en febrero de 2012, cuando alcanzó el quinto lugar en el escalafón mundial, unos meses antes de arribar a las semifinales de Wimbledon, el Grand Slam que se juega sobre césped.

Entre los que provocan asombro por Palermo también está el estadounidense Jhon Isner, que con 2,08 metros mira a todos desde allá arriba. El 11º de la clasificación mundial intenta sobreponerse a la derrota de los Carolina Panthers, en el Súper Bowl del domingo último ante Denver Broncos, por la final de fútbol americano, ya que es un fanático del equipo del estado donde nació. “Me costó dormir luego de la final del domingo. Trato de que la bronca no me afecte tanto”, indicó ayer en conferencia de prensa.

Isner, a quien se lo recuerda por haber ganado el partido más largo en la historia de Wimbledon (2010), se destaca por su poderoso saque, difícil de contener para los rivales. “La ventaja es que mi saque tiene un muy buen ángulo, la desventaja es que no me muevo tan bien como Nadal o como Ferrer, aunque creo que a pesar de mi altura me muevo bastante bien”, señaló.

Y respecto de la ausencia de jugadores de su país en la cima del ranking desde hace años, Isner destacó: “Es un tema de ciclos. Hubo ciclos en los Estados Unidos que hemos tenido números uno, pero este no es uno de ellos. No sé por qué, ahora dominamos en la WTA”. Tsonga e Isner son dos de los que deleitan el campeonato que espera tenerlos como animadores.

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