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En su estadio, con el debut de Gustavo Alfaro en la dirección técnica, Gimnasia derrotó por 1-0 a Quilmes y se sumó al nutrido lote de equipos que esperan que Godoy Cruz tropiece para saltar a la punta de la Zona 1.
En el arranque del partido, el local buscó afanosamente marcar la diferencia. Lo logró muy temprano, por intermedio de Bou, sacando provecho al momento del visitante, que tardó diez minutos en hacer pie en la cancha del Lobo.
Con el correr de los minutos, el conjunto de Grelak recompuso su andar, aunque no le alcanzó para llegar a la igualdad.
En el complemento, la visita salió decidida a conseguir el empate, empujado por el incansable andar de Rodrigo Braña, su estandarte. A pesar de los errores en el manejo de la pelota, hizo los méritos para conseguirlo, pero le faltó volumen de juego. Por el contrario, el local mostró su peor cara en los últimos cuarenta y cinco minutos y sufrió muchísimo para sumar los tres puntos, que defendió acorralándose en su propio terreno por prolongados lapsos.
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