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Tras una semana de atrasos por las lluvias torrenciales que han provocado el desbordamiento del Sena en París, ayer quedaron definidas las finales de Roland Garros, con Garbiñe Muguruza (número 4 del ranking WTA) desafiando a la vigente campeona Serena Williams (1) y Novak Djokovic (1 del ranking ATP) y Andy Murray (2) peleando por el cetro masculino.
Alterada la planificación habituales –las semifinales femeninas el jueves y las masculinas el viernes– debido a las 48 horas prácticamente sin tenis que vivió el torneo entre el lunes y el martes, la organización se vio obligada a programar todas el mismo día.
De esta forma la cancha Suzanne Lenglen, que a estas alturas del torneo se dedica a los torneos secundarios (juveniles y leyendas), acogió dos semifinales para alegría de los aficionados que pudieron ver al rey de la ATP con entradas de 11 dólares.
“El ambiente era increíble, parecía un partido de Copa Davis’’, dijo el serbio acerca de la algarabía con que los hinchas celebraron el inesperado regalo. En la pista dejó atrás los gestos de frustración de los últimos días y completó un partido excelente. “El mejor de mi temporada’’, señaló sobre su victoria 6-2, 6-1 y 6-4 ante la revelación del torneo, el austríaco Dominic Thiem (13).
Djokovic, que sólo cometió 15 faltas directas (por 34 de Thiem), encadenó los juegos, metiendo mucha presión sobre el servicio del austríaco gracias a su espectacular resto. “Ganar este torneo sería especial, tengo otra oportunidad’’, dijo Djokovic, por fin contento con las circunstancias.
Ahora lo espera un viejo conocido, Murray, al que conoce desde que eran los mejores jugadores de Europa en categorías infantiles, y a quien el ganó 4 de las 6 finales de Grand Slam que disputaron.
En la Philippe Chatrier, el escocés dio un golpe sobre la mesa para ganar 6-4, 6-2, 4-6 y 6-2 a Stan Wawrinka (3), el defensor del título.
Con su triunfo Murray es el primer británico en pisar la final en París desde Bunny Austin en 1937. Mañana intentará ser el primero en ganar desde Fred Perry en 1935.
“Sabía que si quería ganar tenía que jugar mi mejor partido en polvo de ladrillo. El balance de Stan aquí en los dos últimos años es increíble. Estoy muy orgulloso, no esperaba alcanzar la final”, comentó Murray.
En categoría femenina Muguruza se clasificó por primera vez para la final con una exhibición de autoridad ante la australiana Samantha Stosur (21), a quien derrotó 6-2 y 6-4. Al mismo tiempo Serena sellaba su pase en la Philippe Chatrier ante la holandesa Kiki Bertens (58) también en sets corridos por 7-6 (7) y 6-4. Ganadora del trofeo en 2002, 2013 y 2015, la estadounidense jugará por su 22º título mayor, que le permitiría alcanzar en el ranking histórico a la alemana Steffi Graf y acercarse al récord de la australiana Margaret Court (24).
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